Consejos para el teniente confiable

Cuando el Héroe o sus compañeros estén a tu merced, no te pares a regodearte.
Si no puedes evitar regodearte, no alardes sobre la recompensa que esperas recibir de tu amo por llevárselos o asesinarlos.
Se te regodeas y alardeas, no te sorprendas si un compañero de la persona que tienes a tu merced salta detrás de ti mientras estás distraído con tu alardear.
Si fallas en completar tu misión, abandona la ciudad. Regresar ante el Señor Oscuro para reportar tu fallo generalmente logra que te asesinen.

Mientras el Señor Oscuro está regodeándose por su éxito anticipado en la aventura que está a punto de emprender, se considera poco cortes preguntar “¿Y si fracasa?” Probablemente no serás azotado, mutilado o asesinado por tu temeridad, ¿pero por qué arriesgarse?
Nunca uses ropa interior del género equivocado si son comunes las espadas. El Héroe rebanará tus tirantes, provocando que tus pantalones se caigan y exponiéndote al ridículo.
Si sigues las órdenes y fallas, el Señor Oscuro clamará que te dijo que hicieras algo diferente, y partes de tu cuerpo serán usadas como decoraciones del castillo. Si desobedeces las órdenes y tienes éxito, el SO actuará como si lo que hiciste hubiera sido su idea y serás alabado. La Moraleja: haz lo que funcione.
Averigua lo que le sucedió a tu predecesor. Aprende de ello.
Siempre ten un chivo expiatorio preparado para explicar cualquier fallo.
Nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, aceptes la responsabilidad por el fallo.

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