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Así que quieres luchar una guerra, Paul Kearney

Visión de una ejército siendo llamado a avanzar

Por: Paul Kearney

Traducido por: José Alejandro Cantallops Vázquez

Se dice que todo drama eficaz gira alrededor del conflicto. Por supuesto, esto es cierto en cuanto a las relaciones personales; ¿quién se ha excitado al leer sobre una pareja feliz que no discute nunca? En la ficción queremos que le den un bofetón a la humanidad en el rostro, ya sea a través de un crimen, una guerra o las viejas discusiones que surgen en el fregadero. Al mismo tiempo evoca en nosotros un sentimiento de empatía y un toque de deleite en el sufrimiento ajeno. Claro, queremos que el chico se quede con la chica, y el villano reciba su castigo merecido. Pero primero deben danzar un poco para nosotros. Deben compenetrarse el uno con el otro y mezclarse un poco para nuestro entretenimiento. Eso es lo que nos mantiene girando la página.

Extrapola ese hecho, y aplícalo al género de la fantasía. Si un autor ha pasado por todo el problema de crear un mundo completamente ficticio para que sus personajes riñan y vaguen sin rumbo, entonces hay posibilidades que de alguna manera ese mundo reflejará al nuestro, aunque solo sea en diversidad. Si un mundo de fantasía no tiene una variada gama de razas, credos, filosofías y políticas, entonces es poco más que una inmensa granja de hormigas.

El conflicto, cuando surge en tal escenario, bien puede florecer desde desacuerdos personales al choque de las armas. Puede crecer desmesuradamente hacia un escenario superior. Puede involucrar naciones y reinos completos. Es en ese punto que el autor debe superar las consideraciones de una pelea de taberna a considerar ejércitos, su formación, su despliegue y la descripción definitiva de estos en el mismo campo de batalla. La cantidad de detalle que quiera poner el autor dentro de su floreciente campaña militar es completamente su decisión y su acercamiento personal a la descripción de la violencia en masa. Pero no importa cuán salpicada de sangre se vuelva la narrativa, para de esta manera mantener algo de la integridad del mundo real -pero, para usar una mejor palabra, realístico– entonces hay ciertos factores que deben ser tenidos en cuenta.

Incrédulos, los bandidos observaron desde las cimas de las quebradizas escarpaduras cómo un gran sarpullido se extendía sobre el desierto, un río de hombres, oscuro bajo el sol excepto donde la luz tocaba las puntas de sus lanzas. Levantaban una auténtica nube de polvo tras ellos y a su alrededor, un gigante pardo y amenazador, una tormenta amarilla decidida a cubrir el cielo del oeste. Parecía una nación en marcha, todo un pueblo en busca de un lugar mejor. Los escasos habitantes del Gadinai se reunieron, olvidando las antiguas rencillas, y observaron desconcertados mientras la gran columna seguía avanzando, tan imparable como el curso del sol. Era grandioso como el anuncio del fin del mundo, un espectáculo que incluso los dioses debían contemplar desde sus moradas entre las estrellas. De modo que aquello era el paso de un ejército. (De Los diez mil, 2008)

Ejércitos. Estos son el instrumento definitivo de la política de estado, y en las sociedades de baja tecnología de la mayoría de los mundos de fantasía, son utilizados para alcanzar las ambiciones del estado. Este “estado” bien puede estar conducido por poco más que los deseos de un hombre poderoso en una ambientación feudal, o puede reflejar los deseos de alguna clase de asamblea popular. Simplemente pueden ser un montón de mercenarios y holgazanes agrupados, o bien pueden representar alguna forma de fuerza malevolente y nihilista, extraterrena (un elemento básico de la fantasía). En cualquier caso, está formado por un conjunto de hombres o criaturas que están armadas y son capaces de maniobrar en masa, y generalmente habrá dentro de ellos alguna forma de jerarquía. Un ejército no puede existir sin alguna forma de oficiales; sin ellos, simplemente es una turba, la cual es una cosa completamente diferente.

Dejando a un lado el surgimiento innatural de innumerables hordas sin rostros, un ejército de seres relativamente “normales” debe ser abordado de tres maneras diferentes. Creación, subsistencia y despliegue. O puesto de otra manera: ¿cómo es formado, cómo come y cómo lucha?

Si deseas, puedes sembrar dientes de dragones en el suelo e instantáneamente cobrarán vida tus batallones,[1] pero la mayoría de los ejércitos antiguos tienen que ser reunidos a lo largo de un periodo de días, semanas o incluso meses. Los hombres tienen que dejar sus hogares y congregarse en locaciones previamente establecidas, reunirse de manera incremental, marchar hacia congregaciones incluso mayores, hasta que finalmente todo el conjunto esté reunido con su líder y estén listos para marchar como una entidad gigante. Piensa en el alzamiento de los Rohirrim en El regreso del rey. Mientras más grande el ejército, más tiempo les tomará organizarlo. Y mientras más grande la entidad política que le da vida, más tiempo les tomará a los hombres venir de todos los rincones más alejados de la tierra.

Incluso un ejército profesional y permanente, los cuales eran increíblemente raros en la historia anterior a la pólvora, generalmente tenían que mandar a llamar a las guarniciones y a las postas periféricas antes de formarse. Los hombres tendrán que ser equipados de alguna manera; ya sea que traigan sus propias armas, o el estado las provea. Aquellos que usan armaduras ligeras no pueden luchar en la línea frontal al lado de los que usan armaduras pesadas; caerán primero y debilitarán la integridad de la formación. Así que habrá diferentes tipos de unidades dentro del ejército, basadas en el entrenamiento y equipamiento. En ambas, Roma y Grecia, los ciudadanos más pobres y peor equipados luchaban como escaramuzadores, y los granjeros y comerciantes más prósperos que podían equiparse a sí mismos con cota de malla, escudo y yelmo formaban la columna vertebral de la falange o la legión. Los más ricos de todos poseían caballos, y estos hombres formaban la caballería. Así, los ejércitos, incluso en las democracias teóricas, estaban subdivididos por la clase y la riqueza.

¿Tu ejército tiene una élite? Por supuesto que la tiene -¿qué autor de fantasía que se respete a sí mismo puede resistir la necesidad de emular a Leónidas y sus espartanos, o a Arturo y sus caballeros?

Los reyes persas tenían una guardia permanente de 10.000 hombres nombrados los Inmortales debido a que nunca se les permitía a sus miembros caer por debajo de ese nivel. Los tebanos tuvieron a su Banda Sagrada de 150 pares de hombres amantes que lucharon y murieron como héroes bajo los cascos de la caballería de Filipo en Chaeronea. Alejandro tuvo a sus Compañeros, Harold tuvo a sus huscarles, los emperadores bizantinos tuvieron a su Guardia Varangia. En toda sociedad antigua y medieval el gobernador ha seleccionado a un grupo de tropas a las que confiaba su seguridad, lealtad y que se pusieran rápidamente a su lado cuando todos los demás estuvieran poniendo pies en polvorosa. De tales hombres son escritas las grandes historias. La mayoría de los ejércitos tienen un grupo de hombres duros como estos, y un autor estaría perdiendo una oportunidad si no los incluyera de alguna manera en sus fuerzas. Después de todo, algunas personas tienen que ser los héroes.

A menudo, es alrededor de estos “héroes” que crece el ejército. Piensa en Juana de Arco o William Wallace. Mientras que cuando hablamos de ejércitos masivos y grandes campañas, es importante, especialmente para nuestros propósitos, recordar que los individuos en las guerras antiguas hacían diferencias reales. Los hombres se preocupaban por los líderes a los que servían, y harían cosas extraordinarias por ellos. Alejandro el Grande es un ejemplo brillante de esto. Sí, nació en la realeza, pero se convirtió a sí mismo en una leyenda de su tiempo mediante su propio resplandor. Después de él, los hombres se afeitaron sus barbas para emularlo durante cientos de años, e incluso intentaban mantener sus cabezas en el ángulo torcido que era típico de él. Mary Renault lo expresó maravillosamente, en las palabras del envejecido Claudio Tolomeo:[2]

Él era un misterio. Podía hacer que cualquier cosa en la que creyera pareciese posible. Y nosotros también lo hicimos. Su alabanza era preciosa, por su confianza hubiéramos muerto; e hicimos cosas imposibles. Era un hombre tocado por un dios; nosotros sólo éramos hombres que habíamos sido tocados por él; pero no lo sabíamos. Nosotros también hemos realizado los milagros que ves. (de Juegos Funerarios, Pantheon Books, 1981)

De algunas maneras, el héroe es necesario para todo. El viene primero, y puede halar al resto de los combatientes como la cola de un cometa.

Digamos que el héroe y su ejército han sido reunidos. Dependiendo de la escala de la sociedad involucrada la fuerza puede numerar entre los cientos y los miles. Imagina los números en un festival de rock o un final de campeonato, esparcidos a lo largo del campo, todos mirando a un lugar que yace frente a sus cabezas. Esos tipos de números a veces pueden ser difíciles de visualizar, y el pensamiento de intentar comprenderlos a todos es un dolor de cabeza.

El campamento de un ejército de buen tamaño no será tan pequeño como para abarcarlo con una sola mirada; tendrá la complejidad de una ciudad. Los hombres se acostarán con aquellos a quienes conocen -vecinos o viejos compañeros. Dentro del ejército habrá rivalidades, incluso conflictos. Quizás el patrocinador ha reunido juntos contingentes de hombres que una vez estuvieron en guerra los unos con los otros.

Ahora el quid del asunto se vuelve incluso más aparente. Hay un viejo dicho de que los amateurs discuten táctica, mientras que los profesionales hablan de logística. Los problemas de la jerarquía del ejército sólo acaban de comenzar.

Esta horda de personas debe comer y excretar. Cada día convoyes de vehículos provistos de ruedas deben ser transportados dentro del campamento, llenos de comida, y en los tiempos antiguos esta comida no podía ser almacenada tan fácilmente como en nuestro mundo refrigerado; en la mayoría de la fantasía no hay latas ni tampoco baños portables. La carne de res todavía caminará sobre sus pezuñas, será sacrificada en el campamento y entonces salada o secada. El pan tendrá que ser horneado en el lugar. Artículos comestibles corrientes tales como el maíz o las lentejas (las cuales formaban el basamento de la dieta de un legionario romano), será consumida en cantidades pasmosas. O quizás el ejército será más oriental en gustos, y subsistirá de arroz. En la guerra de Vietnam el Vietcong vivía de arroz, unos cuantos vegetales y salsa de pegotes de pescado.

En cualquier caso, la necesidad de alimentar las tropas afectará en gran medida la maniobrabilidad del ejército. ¿El patrocinador será capaz de alimentarse de la tierra de un enemigo, o estará haciendo campaña en un territorio amigable? Si va a realizar pillaje mientras avanza, entonces tendrá que debilitarse al enviar fuera a grupos sustanciales de forrajeo, y estos destacamentos serán en cambio vulnerables a las emboscadas.

En el campamento surge otro problema; la sanidad. Idealmente, el ejército acampará cerca de agua potable, en favor de los suministros, así como también de las tropas. Pero piensa en los desperdicios que producirá esta gran conglomeración de hombres y animales. La peste del campamento alcanzará el cielo. Un ejército profesional y disciplinado cavará letrinas, pero la mayoría de los ejércitos pre-tecnológicos simplemente se agacharán donde les plazca. En dos o tres días el ejército acampará en una fosa séptica, y si es verano, la enfermedad comenzará a roer las fuerzas humanas del patrocinador.

Esto es algo que no es tratado por la mayoría de los escritores de fantasía, pero siento que es la clave para la descripción de los campamentos a gran escala. Después de todo, en casi toda guerra antigua, morían más hombres debido a la enfermedad que a la acción enemiga. Eso fue cierto hasta el final del siglo diecinueve. Puede ser que el autor no desee lidiar con tales detalles prosaicos de la vida militar; después de todo, nunca vimos a Aragorn defecando tras un arbusto antes de la acometida de los uruks en Deeping Wall. Aunque debería estar en el fondo de su mente. Un gran ejército acampado en un lugar durante un largo periodo de tiempo sucumbirá eventualmente a la enfermedad; esa es la realidad.

(A menos que, por supuesto, sean elfos.)

Así que el ejército ha sido reunido. Ha sido alimentado y tiene un tren de vagones o animales de carga que mantendrán el flujo de suministros. Los hombres han cavado letrinas y tienen una salud robusta. Todo está muy bien. El autor frota sus manos, pensando en la gloriosa carnicería a todo colorTM que está por venir, los campos de gloria que le esperan. El ejército finalmente está listo para marchar.

¿Alguna vez has estado en una cola realmente, realmente larga? Como cuando estás intentando comprar un boleto para Harry Potter o un teléfono Apple durante su primer día a la venta. Cuando las cosas se ponen finalmente en movimiento, la cola de personas se arrastra hacia adelante, y puede pasar una era antes de que aquellos en la parte trasera de la cola siquiera se den cuenta de que se está moviendo.

Un ejército en movimiento es como eso.

Piensa en cuanto espacio necesitan cuatro hombres marchando lado a lado en una carretera de un solo carril. Quizás necesitarán seis pies de distancia, para que así no pisen los talones de aquellos que van delante. Ahora, si tuvieras diez mil hombres marchando en filas de cuatro hombres, se extenderían alrededor de tres millas de distancia. Incluso si este poderoso cocodrilo de hombres fuese a quedarse inmóvil, le tomaría una hora a un hombre trotar de un extremo al otro.

Ahora imagina que la cabeza de esta columna se encuentra con el enemigo. Incluso si es una pequeña fuerza insignificante, a esos miles que están en la carretera les tomará muchos minutos preciosos llegar a la escena, y en ese momento los hombres al frente de la larga columna habrán sido cortados en pedazos.

Así que el ejército simplemente no puede marchar en una línea grande y larga con nuestros resplandecientes héroes a la cabeza. Es el punto más vulnerable en esta formación, fácilmente divisible y es increíblemente difícil concentrarse para repeler una amenaza. El general sensato lanzará fuerzas flanqueadoras, preferiblemente tropas ligeras de movimiento rápido -quizás, caballería. Tendrá una guardia delantera montada si tiene los hombres, y grandes cuerpos de exploradores peinando la tierra de los alrededores. El ejército es un instrumento poderoso, pero no puede luchar ciego. Reunir información sobre la región circundante le permitirá a los líderes tomar mejores decisiones cuando llegue el momento del combate. Y los destacamentos dispersos evitarán que los hombres que marchan sean tomados por sorpresa.

Así pasará su día el soldado promedio -caminando pesadamente dentro de una niebla de sudor y polvo sin poder ver nada más allá de la espalda del hombre al frente. E incluso si es un jinete, estará comiendo polvo, (debido a que casi todas las campañas deben tomar lugar en el verano si no son interrumpidas las cosechas o plantaciones de primavera), y tendrá a un gran caballo sudoroso bajo él.

Ha sido estimado que incluso con todos los avances en equipamiento y tecnología que ha traído nuestra época moderna a la guerra, lo mínimo que debe cargar un soldado de infantería en su espalda es alrededor de cuarenta libras. Y eso es andando ligero. Ahora piensa en lo que debe haber sido el peso aplastante de una cota de malla de ochenta libras, o un peto de bronce. Y eso es para no tomar en cuenta un yelmo, una espada o una lanza, o ambas, un escudo, y toda la otra miríada de equipamiento que necesita un hombre para hacer soportable dormir bajo las estrellas. Los hombres cargaban rutinariamente con más de 100 libras a sus espaldas, y marchaban milla tras milla bajo esa carga durante todo el año. En la Segunda Guerra Mundial, un infante alemán en Rusia marchaba rutinariamente cuarenta millas al día. La caballería desmontada de Stonewall Jackson logró algo similar yendo y viniendo del Valle Shenandoah. Pero en términos generales nuestro ejército será mucho más lento. Dependiendo de su tamaño, y la inteligencia de sus comandantes, estará haciendo más bien la mitad de eso. Xenofón pensaba que si un ejército hacia quince millas al día aquello era más que adecuado. Los ejércitos antiguos eran simplemente más difíciles de mover, y estaban encadenados a un tren de vagones de suministros de lento movimiento que la mayoría de las veces era tirado por bueyes de tiro. Una columna de caballería podría actuar durante un tiempo independiente de su tren de suministro, y viajar ligera, como hizo Custer en su camino a Bighorn, pero sufrirá por ello cuando los animales colapsen o se agoten. E incluso Custer tuvo que llevar consigo un torpe y dilatador tren de mulas de carga.

Finalmente, este behemoth rezagado hace su camino hasta un lugar donde tiene intención de encontrarse con su enemigo. La localización de la batalla puede haber sido arreglada anteriormente, ya sea por la tradición o la geografía. Los ejércitos de la Grecia clásica se encontraban y luchaban en los mismos campos año tras año, e incluso siglo tras siglo. La Grecia rocosa y montañosa tenía pocos terrenos planos de campo abierto que fueran medianamente aceptables para una guerra “real,” como contraria a la de las tropas ligeramente armadas, desagradables y poco importantes. Tantas batallas fueron luchadas en las planicies de Beocia que fue llamada la pista de baile de la guerra. Incluso más cerca de nuestro propio tiempo, varias batallas fueron luchadas en lugares tan ampliamente dispares como Bull Run y el bosque belga de Ardennes.

El ideal de la guerra antigua es encontrar al enemigo en el campo de batalla, y aplastarlo de manera decisiva en un enfrentamiento. Cualquier otra cosa, y la guerra se alarga, tendrás que alimentar a todas esas bocas, y la cosecha del año siguiente comienza a lucir dudosa. El ejército profesional permanente de Roma era único en el mundo antiguo, debido a que podría luchar todo el año, y apostaría a sus tropas en cualquier locación sin importar su etnicidad. La lealtad de los hombres era dada hacia la legión y su comandante, no a una insignificante tierra natal, y, eventualmente, ni siquiera a la misma Roma. (Aquí yace el peligro intrínseco de un ejército permanente.)

Al final nuestro autor ha traído sus tropas al campo de batalla. Aquí estamos en la cima de la lanza, la consumación de todo su trabajo de escena, trama y conspiración. Sólo lo espera el gran espectáculo de la misma batalla. En algunas ocasiones encuentro más aterrador sentarme a escribir escenas de batalla que frente a una página en blanco como una de las experiencias más aterradoras en la escritura de fantasía épica. Esta es la carne en el sándwich, y tiene que ser sabrosa.

Uno puede hablar de atmósfera, lenguaje, caracterización y cada otra faceta de la narrativa. Esto todavía es ficción; se aplican las reglas normales. Pero también hay algunas cosas que son diferentes.

Sentado sobre su tranquila yegua, Vorus observó la línea de lanceros avanzar colina arriba, precedida por la muralla de sonido que era el Peán. Pensó que nunca en su vida había visto algo tan terrible como aquel muro escarlata y bronce, aquella oleada de muerte que se aproximaba. (de Los diez mil)

Primeramente, cuando chocan las líneas de batalla, es también bueno para un autor tener una idea precisa de donde están exactamente todos. Siempre hago lo que hago cuando comienzo a escribir una novela de fantasía -dibujo un mapa. Escribo las posiciones de las distintas fuerzas, y los personajes que están en esas unidades. Nota para los puristas burlones; no es friky y no reduce tu magnum opus al nivel de una campaña de Dragones & Mazmorras.

Mantén el mapa a tu lado mientras escribes, y a medida que progresa la narrativa y las líneas se mueve, rompen y se reforman, anótalo en tu mapa. Para el final de la batalla el mapa debería estar cubierto de garabatos, pero todavía verás el sentido dentro de ellos. También debería tener una escala, así que, si quieres que un personaje vea a otro a través de ese espacio mortal, puedes verificar si es posible o no. Los campos de batalla pueden ser lugares grandes, de millas de amplitud. Nuestros diez mil hombres, parados en filas de cuatro, hombro con hombro, formarán una línea de alrededor de milla y media, y esa es infantería pesada en filas cerradas como los lanceros griegos o los legionarios romanos. Si tus tropas son del tipo célticos furiosos a quienes les gusta tener mucho espacio para blandir sus espadas, será incluso más larga.

Y debes conocer tus tipos de tropas; cual es su propósito y de que son capaces. Si tu muy querido cuerpo de caballería pesada va a cabalgar hacia el crepúsculo rodeado de un halo de gloria y sonidos de cuernos, y entonces enfrentarse a un cuerpo formado por lanceros disciplinados, entonces puedes besar el adiós de tu magnífica carga de caballería. Los caballos -incluso los sementales entrenados- no galoparán dentro de una línea firme de infantería.

Sin embargo, si esos lanceros pestañean ante la visión inspiradora de asombro de tu héroe y sus compañeros cabalgando hacia ellos, entonces pueden tener una oportunidad. Pero por lo general, la caballería quiere estar fuera en los flancos, yendo hacia la retaguardia enemiga. Y tu enemigo, si tiene algo de sentido, enviará contra tus jinetes los suyos propios, o ubicará sus flancos en terrenos inadecuados tales como un bosque o una ciénaga donde los sementales de tu héroe perderán su momentum.

Esto es táctica, y no es astronáutica -de hecho, hay un tipo de lógica de piedra, papel, tijeras. Los lanceros derrotan a la caballería pero son vulnerables a los misiles; no pueden entrar en contacto con escaramuzadores ligeramente armados, quienes escapan de sus lanzas y se limpian las narices con ellos. Pero los escaramuzadores pueden ser fácilmente atropellados por la caballería.

Si nos adentramos más profundamente en las sangrientas líneas de hombres luchando en el campo de batalla, entonces llegamos al corazón mismo de la cosa, lo que los griegos llamaban el othismos. Aquí hay una meleé masiva de carne, metal y puntiagudas cosas filosas.

El golpe de las líneas de batalla al encontrarse, un sonido capaz de hacer estremecerse a quien lo oyera. Llegó claramente hasta el valle, y poco después del terrible impacto se elevó el rugido de la batalla cuerpo a cuerpo. Los diez mil macht chocaron contra cuarenta mil kefren como una fuerza de la naturaleza. En la retaguardia de la izquierda kefren, los arqueros dispararon otra andanada, veinte mil flechas que pasaron de largo para perforar el terreno tras el ejército macht. Ante ellos, las hileras de lanceros fueron empujadas hacia atrás, apretadas unas contra otras. Vorus podía ver los relucientes aichmes de los macht moviéndose adelante y atrás mientras llevaban a cabo su sangrienta tarea a lo largo de la línea, como los dientes de una maquinaria gigantesca, mientras los hombres de las filas de detrás apoyaban los escudos en la espalda del de delante, clavaban los talones en el terreno blando y empujaban. La falange kefren se tambaleó bajo aquella presión, doblándose como el estómago de un hombre al recibir un puñetazo. La línea de batalla se dobló sobre sí misma y fue cortada en pedazos al mismo tiempo. Vorus descubrió que estaba conteniendo la respiración. Había pasado mucho tiempo. Había olvidado el aspecto de su gente en la batalla, y la salvaje eficiencia que aplicaban a la guerra. (de Los diez mil)

Las líneas colisionarán y se desacerán una vez más. Las masas se unirán y se separarán. Mira la multitud de los disturbios en la televisión. La policía antidisturbios son las tropas pesadas, y los alborotadores son los escaramuzadores. La policía antidisturbios mantiene su línea, pero periódicamente cargan hacia adelante cuando les han lanzado suficientes cosas. Y para continuar la analogía, la manera en que la policía montada hace que se disperse una multitud frente a ellos mientras cargan debe tener algo en común con la manera en que los guerreros antiguos vieron una vez a las abultadas figuras blindadas sobre grandes caballos. La mera presencia y volumen de toda esa carne y músculo vale para algo, mientras que el daño se distribuya.

Los merduk del valle levantaron la vista, y los torunianos y fimbrios que estaban librando su desesperada batalla por la supervivencia vieron una larga línea de caballería que descendía a toda prisa por la colina como una avalancha escarlata. Mil doscientos caballos pesados que transportaban a hombres vestidos de hierro rojo, con sus lanzas recortadas contra el cielo como un bosque sin ramas, y aquel himno de batalla terrible y bárbaro que descendía con ellos.

Empezaron a galopar, separando las líneas, y las temibles lanzas abandonaron la posición vertical. Los soldados merduk contemplaron el titán que se les venía encima y echaron a correr.

La primera hilera de catedralistas los arrolló, atravesándolos con las lanzas y continuando el avance. Media docena de jinetes cayeron cuando sus monturas tropezaron en el irregular suelo, pero los jinetes cerraron las brechas y siguieron adelante. Las principales formaciones merduk trataron frenéticamente de cambiar de orientación para enfrentarse a aquel enemigo nuevo e inesperado, ataviado con su propia armadura pero resplandeciente de rojo sangre y cantando en un idioma bárbaro. Un regimiento de arcabuceros hrabaidar formó para disparar una andanada, pero el torbellino que se les echaba encima fue demasiado para algunos de ellos, que también huyeron. Su formación se había roto incluso antes de que la primera línea de catedralistas chocara contra ellos.

Los grandes caballos arrollaron a los merduk como si fueran una hilera de conejos, y las temibles lanzas de los jinetes mataron a decenas en el primer choque. Algunos caballos cayeron, dando tumbos y chillando, aplastando a amigos y enemigos por igual, pero la inercia de la carga era demasiado poderosa para detenerse. Siguieron adelante, y tras ellos llegó la segunda hilera, y la tercera, y la cuarta. Más caballos cayeron, derribados al tropezar con los cadáveres a sus pies, con sus jinetes arrojados por los aires para ser pisoteados por las hileras de detrás. Corfe perdió a sesenta hombres en los treinta primeros segundos, pero los merduk murieron a centenares. (de Las Guerras de Hierro)

El campo de batalla es un lugar desagradable, y sería una falta de honestidad flagrante por parte del autor sugerir otra cosa. No pienso que las escenas de combate cercano deberían ser cómodas de leer. Creo que puede haber momentos de gloria en la guerra -demasiados soldados a través de la historia han testificado la euforia del combate para que no sea cierto. Pero también creo que, en su mayoría, la batalla es una experiencia extenuante, horrorosa y aterradora, y no importa cuantas varas sean agitadas o legiones de monos voladores desciendan del cielo,[3] no debería ser mostrado de otra manera.

Y tu libro será mejor por ello.

También podría interesarte leer mi saga de artículos basadas en El Arte de la Guerra, adaptado para escritores de fantasía.

[1] Nota del traductor: Aquí el autor hace referencia a una creencia griega de que si sembrabas los dientes de un dragón surgían ejércitos de humanoides lagartos que servían a tus órdenes.

[2] Nota del traductor: Claudio Tolomeo fue uno de los amigos más queridos de Alejandro Magno y a su muerte se queda como gobernador de Egipto y funda la dinastía Tolemaica y, muy lejanamente, es el ascendiente de Cleopatra.

[3] Nota del traductor: ¿Alguien se acuerda de El mago de Oz?

109 comentarios sobre “Así que quieres luchar una guerra, Paul Kearney

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  1. Veo a todos comentando acerca de libros basados en la WW2, así que haré la pregunta:
    Mientras organizaba mis libros (los físicos) encontré dos volúmenes en tapa dura de algo llamado «La Caída de los Gigantes», el autor… no lo recuerdo, cuando llegue a casa verificaré. El caso, se que la trama gira en torno a la WW2, pero, ¿alguien lo a leído? ¿Algún spoiler/recomendación rápida que puedan hacer?

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    1. Me gustaron muchísimos esos libros, su autor es Ken Follett, La Caída de los Gigantes, El Invierno de este Mundo, y El Umbral de la eternidad, son los tres libros que componen la trilogía, la primera basada en la primera guerra mundial, la segunda novela, la segunda guerra mundial y la tercera sobre la guerra fría, son las historias de una familia a través de generaciones y guerras, parecido a lo que hizo con Los Pilares de la Tierra, que ya va como por 4 novelas…si, me gustan las novelas históricas 🙂
      Uhmmm, a lo mejor te interesa cambiarlas por algunas otras?? jajaja

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        1. Considerando que bebe dragón me despertó bien temprano..pues si, ya he desayunado, quizás te refieras mas bien a si aun tengo sueño? jajaja
          Bueno es que como los tienes tirados sin leerlos y a mi me gustan bastante y no los tengo, pues un intercambio quizás pueda ser 😉

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          1. El problema está en que soy un lector completamente digital. Me dices que te los cambié, pero no sabría que pedirte. En realidad, simplemente te los podría dar, incluso.

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          2. Yo todavía no me acostumbro a leer digital, me cuesta mucho, bueno tampoco es que ahora mismo la tecnología me acompañe para ello, pero aun así, prefiero mil veces leer en físico, claro, reconozco que a veces no me queda mas remedio ya que las buenas sagas y los buenos libros en general aquí no llegan impresos así que leerlos digital es la única opción.
            Ohhh si me los regalas pues yo muy contenta!!, las personas que me conocen saben que soy coleccionista de tesoros, jajaja, hable de un intercambio por es lo mas lógico y equitativa para ambos 🙂

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          3. Supongo que el problema está en como hacertelos llegar.
            Eso es un asunto peliagudo, ¿hay servicio de correo en el Puente XD?

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          4. Bueno correo no hay por parte de El Puente, pero el emperador a veces pasa por tu provincia y el puede hacer de intermediario como favor…mmm verdad Jose?? jajajaja claro eso pudiera ser dentro de bastante tiempo considerando la situación actual.
            Si es que yo también necesito mandar un rehén que tengo hace bastante tiempo de Raul, que por cierto…me lo habrá dejado y no me he dado cuenta??! jajaja

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          5. Puedo pasar por algunas provincias y dejar cosas, pero eso depende de tener ciertas condiciones y, por ahora, estoy limitado a La Habana, Matanzas y Santiago de Cuba.
            Dudo que el rehén que tienes de Raúl haya sido olvidado por su dueño, es su tesoro, aunque creo que también se llevó algunos tuyos.

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          6. Bueno Michael es de Matanzas, creo? así que tengo grandes posibilidades en un futuro de que seas transportista en aras de aumentar mi colección de tesoros, jajaja, a cambio prometo compensarte con algún titulo 😉
            Yo se que su tesoro sigue siendo su tesoro! jajaja, solo que es tan raro que aun no lo haya venido a buscar en tanto tiempo que casi que ya forma parte del librero 😛

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          7. La verdad es que tampoco la covid ha ayudado, pero podrías cuadrar con el y que vaya por allá con Marien en una expedición relámpago.

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          8. Bueno ahora las provincias están cerradas supongo que en algún momento que mejore un poco la situación de la pandemia podamos coordinar alguna visita rápida.

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          9. Eso espero, aunque dependemos de que la situación fuera mejore, sino seguirán entrando personas infestadas.

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          10. ¿Por qué recuerdo esta escena en particular de una novela donde la señora mandona envía a sus sirvientes a cumplir sus tareas de mala gana XD?
            ¿Podría ser que haya una pelea por la autoridad detrás de las bambalinas?
            😂😂😂

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          11. Uhmmm, no creo que haya que mencionar semejante escena sobre señoras mandonas y sirvientes! digo, eso no ayuda a mi causa para obtener tesoros…lo sabias?? jajajaja 😉
            No habría pelea a menos que se digan las palabras mágicas… 🙂

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          12. ¡Cómo se esperaba de Luth, maestra de la magia de hipnosis y el control mental!
            Primero haces que bajen la Guardia con un ligero hechizo de «Disculpa» y luego les das el golpe final con un hechizo prohibido de tipo «Por favor». Si cumplen su tarea los encantas con «Gracias».
            Aprendí mucho de ti 😅.

            ….chiste a un lado, eso sí. Palabras mágicas, cortesía ante todo.

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          13. Que creativo esta eso, jajaja, sin embargo no puedo decir si tienes razón en tus enseñanzas porque…no se pueden estar divulgando esos tipos de secretos por ahí…verdad? 😛
            Pero si, las palabras mágicas siempre hacen maravillas, no importa ni la hazaña a realizar ni el tiempo que tome 😉

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  2. Con el permiso del Todo Poderoso Anomander, que ya nos hemos desviado un poco de la fantasía: Luthien, VonGoldring, la novela es corta, y se llama ‘Los amaneceres aquí son apacibles’, de Boris Vasiliev, que también tiene otros escritos. Él también estuvo en la guerra. En fin, la historia te la bebes en un día, palabra. La película de los ’70 estuvo nominada a Oscar incluso como película de habla no inglesa. Llevar la escena de las muchachas desnudas en la casa de baño fue todo un hito pues en la URSS grabar algo así era considerado muy grosero. Hubo que sacar chispas para demostrar que no era morbo, sino algo muy necesario para que se apreciara el hecho que aquellas jóvenes eran de carne y hueso y que podían morir. Uno de los guionistas fue el propio Vasiliev. En 2015 los rusos sacaron una miniserie de 4 capítulos que está bastante apegada al libro y vale la pena darle un vistazo. Respecto a ‘A solas con el Enemigo’, insuperable! Recuerdo que monté guardia en una librería de uso para comprar la segunda parte. Tengo entendido que hay una tercera pero en Cuba nunca se editó 😦

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    1. Yo tengo un ejemplar de A solas con el enemigo, me lo regaló un primo mío y lo guardo como un tesoro.
      Amaneceres tranquilos es el nombre con el que aparece el relato en mi revista sputnik, y no sabia de la nominación al oscar. Sobre la tercera parte de la obra de Mijailik pues ya me rompiste el corazón, ojalá Cuba reimprimiera todos esos libros, muchos deben estar libres de derechos y creo que en ningún otro lugar del hamisferio occidental se les apreciaría tanto como aquí.

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    2. Muchas gracias por la información Gamora! se podrá conseguir la novela? Impresa nunca la he visto, por casualidad ustedes la tienen digital? También me gustaría ver la película, debe ser una rareza encontrarla pero es posible que aparezca, me imagino que filmar esa escena y que la acepten no debió ser tan fácil. Y si, se que hay una tercera parte de A sola con el Enemigo, solo que de eso es mejor no hablar, la busque durante un tiempo cuando leí la segunda porque pensé que la habían publicado aquí y cuando me entere que no…pues me quede con las ganas de leerla.

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      1. Luth. Si pasas por aquí y vez mi mensaje. Te pregunto.
        De casualidad tendrás en tu biblioteca un libro de cuentos rusos, de carátula dura verde, geniales ilustraciones, los tres jinetes? Comienza con Basilisa la hermosa? De la editorial progreso creo?

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          1. Uff escanearlo ahora mismo esta difícil al menos por mi parte, pudiera hacerlo pero cuando vuelvan a restablecer el curso escolar y entonces pueda volver a trabajar ya que ahí tengo condiciones 😉

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      2. Hola buenos días a todos,
        Sí, Luthien, la novela Los Amaneceres sí la tengo, mi hermano me la regaló. Realmente hace rato estoy por escanearla porque no es larga, pero no he tenido chance. Cuando lo haga os informo, palabra!
        He logrado hacerme de las películas, la vieja y la miniserie nueva. Realmente son raras de encontrar, al menos yo pasé trabajo.
        La tercera parte de A Solas con el Enemigo me tiene descorazonada hace tiempo. Ojalá algún día la encontrase, aunque fuese en digital…! (hondo suspiro)

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        1. Pues si en algún momento la logras escanear, nos avisas! Me alegra que tengas las películas y la miniserie, quizás en algún momento se pueda hacer un intercambio de información 🙂

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  3. Luth yo nunca pude leerme la segunda parte de a solas con el enemigo. Creo q lo voy a empezar a buscar, el libro lo leí hace años y me encantó. Si te diste cuenta mi nick se debe a Heinrik Von Goldring, el protagonista. Otra cosa que me gustaba leer eran las revistas sputnik viejas, al final siempre traían un cuento largo q también eran de guerra en su mayoría. De esos de las revistas me gustó Amaneceres tranquilos, no recuerdo el autor, pero era de un oficial que va a dirigir a un pelotón de muchachas que defienden una sección de bosque donde se infiltran los alemanes. Ninguna chica llega a sobrevivir, pero gracias a ellas el oficial entrega a las tropas rusas a los invasores capturados. Tiene una película, un día encendí el televisor y la estaban dando, me quedé como bobo viéndola y mi hermana no paraba de preguntarme porqué me interesaba esa cosa de guerra. Supongo que hay que leerse todas esas cosas antes para poder apreciarlo mejor. No todo el mundo se pone a ver Liberación cuando la dan en mayo y se siente emocionado, sé que hay gente q se aburre pues es a veces mas un documental que una película, pero toda esa historia de la SGM es compleja y muy interesante.

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    1. Ohhh sinceramente no me había percatado de que tu nick es precisamente el apellido del protagonista de A Solas con el Enemigo! jajaja, o sea, yo decía que me sonaba…solo que no ubicaba de donde! 🙂 los nombres y yo no solemos llevarnos bien, y más cuando se supone que el protagonista tiene dos nombres, jaja…Fue durante muchos años uno de mis libros preferidos sobre espionaje en la segunda guerra mundial, de hecho no sabía que existía esa segunda parte hasta que me la encontré en una librería de uso y leí parte del principio, aunque esta segunda parte me gustó mucho, la primera es insuperable. Yo no he leído muchas revistas sputnik, quizás dos o tres, y de esa historia que me cuentas no había oído hablar tampoco, aunque parece muy buena la historia, ojala y pudiera leer el cuento. Me encantan estas historias, hace tiempo también leí La lista de Schindler de Thomas Keneally, al igual que vi la película, todos estos libros los tengo en mi colección.

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          1. Death by Luthien, próximamente en cines.
            «Nunca habías tomado una decisión tan mala como esa»

            Nota del director: Como dice la leyenda, nunca le robes sus libros a una dragona, o podría hacerte cenizas y luego limpiar con fregona.

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          2. Hazle caso, en mi última incursión no me dejó quedarme con ciertos libritos de menor importancia que ella tenía.

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  4. Para escribir sobre batallas hay qeu saber un mínimo de estrategia, táctica y cómo funcionan las armas. Un ejemplo clásico de estupidez es la batalla de los bastardos, de Juego de Tronos. No lanzas a tu caballería por delante y mucho menos haces que tus arqueros los acribillen después. La caballería no carga a todo galope, porque los caballos de agotan (llevan encima a un tipo con dinero, que ha comido bien toda su vida, equipado con armadura). Los arqueros se cuidan, porque cuesta tiempo entrenar a un buen arquero, en algunos ejércitos los arbalesteros iban acompañados por un pavesero, cuya función era protegerlos con su escudo (el pavés) mientras recargaban. En fin, que quienes iban delante y se llevaban la paliza eran los infantes.
    En cuanto a que un infante alemán recorría 40 millas en un día… eso está complicado. Eso son más de 60 kilómetros. A buen paso, se hacen 3 kilómetros, o 4 por hora. Saquen cuentas, serían 16 horas de marcha diaria.

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    1. Gracias por los consejos Roger y tienes razón, esas son unas cositas que se le va al autor del artículo, pero tenía un límite de palabras de 4.000 y ya estaba algo pasado. Aunque respecto al infante alemán, sí lo pueden hacer, 40 millas son 64 kilómetros y según Yoss y sus datos sobre tropas regulares estas deben tener un ritmo de 5-6 kilómetros por hora, un paso rápido, cargando el equipamiento básico de 40 kg a la espalda. Aunque quizás no llegaban exactamente a esa cantidad de kilómetros en el mismo tiempo. Aunque cuando pasé el servicio militar que hacíamos maniobras con todo el equipamiento arriba hacíamos 7 kilómetros en hora y quince minutos, al principio nos costaba, pero luego nos acostumbramos, cuestión de entrenamiento de las tropas y en aquel entonces la gente caminaba mucho más que ahora.

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  5. VonGoldring estamos en sintonía 🙂
    Y sí, me he leído los otros dos que mencionas.
    Prefiero los libros en formato duro, pero a falta de pan…
    Logré bajar ‘Vida y Destino’ y ‘Años de Guerra’ de Grossman en digital, ‘Stalingrado y yo’ del propio Paulus, así como ‘De Pekín a Berlín’, las memorias de Chuíkov. Me gusta comparar puntos de vistas de este tema que me apasiona desde hace años, en particular esa fase de la guerra, tan distorsionada a veces, pero me da treeeeemendo hueso leer en digital, en plan el meme-del-perro-que-se-mira-en-el-espejo-y-pregunta «¿Por qué eres así?». Estoy asombrada lo bien que me porté leyéndome la saga de Geralt de Rivia en pc y en el móvil!
    Por cierto, hablando como los locos, tengo un saco de memes de escritores, del proceso de escritura, personajes… ¿el blog tiene un sitio para pinceladas de humor o algo así al que pueda enviarlos?

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    1. Hai, puedes enviármelos, ya logré arreglar el problema de espacio que tenía con ellos y se pueden publicar.
      Lo mismo va para cualquiera que quiera colaborar con memes sobre temas relacionados con el blog.

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      1. Intentaré irlos enviando al correo que aparece en la convocatoria de cuento, puede ser? Mi correo pasa hasta 5 Megas, cuánto el tuyo? Es la única manera que podría mandarlos.

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          1. Hola Luth, la verdad es que no te quieren en el trabajo, mira que devolverte a casa, pero ahora estarás más tiempo con los niños.

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          2. No, la verdad es que no me quieren, y yo toda emocionada con hacer el cierre del año, y me botan del trabajo 😛 jajaja, eso si, tengo ahora mas tiempo con mis dragoncitos en la casa.

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          3. Bueno, ya cuando regreses no tendrás que hacer el emocionante cierre de año y tendrás que conformarte con la aburrida intranet y navegar por acá. hai, disfrute del tiempo con los dragoncitos.

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          4. Jajaja, comprendido, no eres la única cavernícola de por acá, por lo que conozco la mitad o somos muy activos o no hacemos casi nada en redes sociales.

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  6. Creo que el curso de estrategia militar es importante para la legión del puente. Me parece que el general Michael Bram, veterano en el manejo de croquetas explosivas es el indicado para el trabajo.

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    1. ¿Oh?
      Pero no sólo tengo croquetas explosivas. También tengo un Master en Croquetas Incendiarias, Garapiña Ácida, Limón Lacrimógeno, QP4 (Queso Plástico), Aceite Napalm, Frutabomba Nuclear, Melones de Fragmentación, Mangos Cegadores, Guayabas Aturdidoras… un montón de material bélico-gastronómico.
      Además de la maestría en las armas cuerpo a cuerpo cómo son el Sartenete, la Espátula, el Wok y el Comando Cuchara.
      Cuenten conmigo para cualquier batalla, los dejaré deliciosos XD

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        1. No te preocupes, aquí en el Puente tenemos a la Última Papacea (Panacea), capaz de curar e incentivar de manera milagrosa a los soldados.
          Incluso podría lograr que traicionen a los suyos y se unan a nosotros.
          ¡Alabada la papa sea!

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          1. Lamento informarte que las bajas por Potaje Radioactivo no tienen cura. Es más, el maleficio se extiende, contaminando a los efectivos que se encuentren en un radio de cinco metros 😉

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          2. Eso debe ser obra del malvado Frijol Oscuro.
            Necesitamos encontrar a los Frijoles Blancos, ellos sabrán que hacer. Te encomiendo esta misión, Teniente Gamora, que la fuerza te acompañe.

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        1. Así mismo es, Sargento Goldring.
          ¡Arriba los ánimos reclutas!
          ¡Esas croquetas no se van reventar por si solas!
          ¡Eh, eh, tú, el de allí! ¡ No juegues mucho con ese Jamón-o-Nada (explota) si aprecias tu entrepierna!
          Humph, reclutas…

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          1. Sargento VonGoldring a sus órdenes mi general. El enemigo está frito con nuestro glorioso ejército. Solo nos hace falta un poco de ese potaje radioactivo que dice Gamora, con un poco de eso seremos invencibles.

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          2. Hey!, y si nos apuntamos al ejercicio de escribir nuestras «Memorias de la Guerra de la Croqueta, o algo así, desde nuestros puntos de vista? General, Teniente., Sargento, Recluta…? Tres cuartillas? Y después lo unimos? (No me juzguen, no he desayunado aún jjj)

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          3. Hi, Bram (el nick es por Bram Stoker??), pensaba es escribir cada uno desde la incertidumbre, claro tomando como info de dominio colectivo las denominaciones que ya se han citado en esta suerte de trama-a-varias-manos. Seguro saldría una historia bien loca jj

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          4. En realidad no, pero la gente parece pensar que si. La historia es bastante simple.
            Michael es el nombre de mi padre -en paz descanse-, y Bram fue un mal chiste que me pasó hace años mientras cursaba secundaria. Resulta que una teacher pronunció mal mi nombre y bueno, ya saben cómo son los adolescentes. El chiste de hizo largo y al final decidí aceptarlo (principalmente porque me pareció genial).
            De ahí, Michael Bram.
            Han pasado años desde aquello, y en algún momento la gente me empezó a conocer más bajo el nombre Michael -yo no ayude mucho presentándome como tal-, que mi nombre real.
            Incluso, hoy en dia muchos siguen pensando que ese era mi nombre real. Prefiero que sea así, a pesar. Este a pasado a ser algo así cómo como un segundo nombre para mí. Jlder, incluso mi jefe me llama así XD.
            Hay más trasfondo detrás, pero es algo que prefiero no compartir.

            En cuanto a la historia… Bueno, suerte para mi -y lamentablemente mala suerte para muchos-, Matanzas regresó a la fase 1. Lo que significa mucha reclusión hogareña y tiempo libre para adelantar proyectos atrasados. El bicitaxi por ejemplo.
            Entre la IA, el Bicitaxi, las clases de Sanderson, la diatriba diaria de Lim (yo las copio en una libreta XD) y tareas del hogar no he tenido tiempo para nada.
            Ahora, supongo que con esta reclusión tendré mucho tiempo libre.
            Ya veré como me gestionó, pero prefiero que sean ustedes quienes tomen la iniciativa.
            General Bram fuera.

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    2. Jajaja, bueno, antes de ese curso, primero impartiré uno sobre Señores Oscuros y Emperatrices Malvadas, por si alguno de ustedes intenta tomar el poder de sus provincias feudales.

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        1. Si, no queremos ser los antagonistas de «El Imperio Contraataca» o «La Furia de Cantallops: La Revolución del Puente»
          Buenas películas por cierto.
          Puenterianos somos leales✌

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    1. De nada, realmente cuando lo leí sabía que merecía estar en el blog, además de que la escribió Paul Kearney que es el mejor autor escribiendo guerras que he leído.

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  7. Supongo que para escribir fantasía todos debemos graduarnos de la escuela militar ¿eh?
    Pronto seremos un Blog lleno de generales y oficiales.
    ¡Cuando llegue el apocalipsis guiaremos a la humanidad hacia la salvación!

    …. Ahora, siendo realistas. No era una broma ese primer comentario. Si que tenemos que graduados todos como militares. Pienso que es algo vital en el set de habilidades como escritor de fantasía, jaja.
    Recuerdo haber leído el Arte de la Guerra Tzun Zu hace un tiempo.
    ¿Alguien opina lo mismo?

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    1. Si quieres escribir fantasía épica o con algo de ejércitos o combates en el medio sí, es obligatorio, tienes que saber un mínimo de estrategía y otros elementos de la vida militar. Para eso, más o menos a finales de febrero habrá una serie de artículos sobre ese aspecto, que estará basado, en El arte de la guerra de Sun Tzu.

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    2. Definitivamente. Qué manera de cogerle errores a escenarios o acciones bélicas en series y películas! Aunque ahora ando por la Fantasía y la Ciencia Ficción, empecé (y sigo 😉 ) con la literatura sobre la Segunda Guerra Mundial, y de hecho leyendo este artículo recordé, y lo recomiendo mucho -aunque no sea nada de fantasía pero para disfrutar y aprender del caos de la retirada de un gran ejército-, el libro ‘Stalingrado’ de Theodor Plivier, sobre la situación del 6to Ejército en el cerco de la contraofensiva soviética el 19 de noviembre del 42.

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      1. Suena interesante, Gamora. Sin dudas la batalla de Stalingrado fue un ejemplo de lo que es una confrontación a gran escala, solo que con medios modernos. Desde ese enfoque me leí una vez: Dias y noches de un tal Samenov o, bueno el apellido es complejo, desde el punto de vista de un oficial ruso al frente de un pelotón al que le dan de tarea conquistar una casa en la cuadra de al lado donde los alemanes estaban atrincherados. El comando logra tomar la posición, pero mantenerla fue el lío. La verdad que la guerra en ciudades donde los dos bandos luchan casa a casa es algo complicado. Ahí se ve mucho como la guerra comienza a formar parte del día a día de los soldados, y de como el miedo inicial a sacar la cabeza de la trinchera y dar cuatro tiros al aire comienza a perderse y es reemplazado por la resignación del no tener alternativas. Los protagonistas no tienen más comida que unas papas, el frío les congela los huesos y al final todo el libro es sobre eso. La verdad a mi no me emocionó mucho como historia pues es un poco lento, me lo leí pues fue en mi era pre-digital y no tenia más nada para leer pero disfruté esa visión de estar en el frente rodeado de penurias, tenia una cara más realista de la guerra.

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        1. Con el permiso de los puentenses -y envaino la Espada de Pomo de Rubíes Cantores para sacar el Mosin-Nagan Vengador Rojo (Por Dios, Limyaael que me has hecho? jjj) creo que te refieres a Días y Noches de Konstantín Símonov, el personaje protagonista es el oficial es Saburov.
          La pega que le pongo es la parte romántica, algo idealizada, pero fuera de eso me gustó, sobre todo porque la obra de Símonov, que fue corresponsal durante la guerra, en general la disfruto. Igual, o similar, el caso de Vasili Grossman, con Vida y Destino, y En las trincheras de Stalingrado, de Viktor Nekrasov, que no era periodista sino arquitecto y luchó con un batallón que inicialmente era de ingenieros en las cercanías de la cota 102 ahí en Stalingrado. Bueno, sin ánimos de extenderme, de Días y Noches, durante la batalla Simónov sacó un escrito sobre la ciudad con ese nombre (lo leí en una edición vieja de la Editorial Arte y Literatura, una compilación de narraciones cortas soviéticas Somos hombres soviéticos, de otro grande Boris Polevoy (Busca Nuremberg, epílogo y A fin de cuentas)). En fin, el escrito se hizo tan popular -aúnla guerra estaba andandop- que después la hizo novela, esa a la que te refieres. Incluso en el 45 la adaptó a guión y se filmó una película. Y aunque repito, me parece un libro nada despreciable, de los me quedó con De los vivos y los muertos y sus secuencias Nadie es Soldado al Nacer y El último verano, que narra desde el caótico 1941, el inicio de la operación Barbarroja, la defensa de Moscú, y de ahí hasta casi el fin de la guerra pasando pro diferentes Frentes. En mi natal Camagüey encontré un libro en el que Simónov, que fue muy prolífero y reconocido como autor, habla sobre el proceso de escritura y recuerdo de ahi tomar mis primeros consejos. En aquel entonces ni de chiste creí dedicar tantas horas/nalgas al proceso de escritura.

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          1. Estamos hablando del mismo libro, Gamora. Lo dominas mas q yo pues en mi caso lo acabé hace seis años, pero no estaba mal. Mi favorito por mucho de esas obras soviéticas es Un hombre de verdad pero uno divertido de leer era De cara a todos los huracanes, es una biografía de Mijail Frunze pero camina rápido casi como novela de aventuras, lo que claro, el protagonista era un cerebro, un líder político, un estratega, se fuga par de veces de la cárcel, burla la pena de muerte y al final dirige los ejércitos bolcheviques contra las tropas blancas. Es realismo socialista así que el protagonista no muestra mucha interioridad, simplemente su abnegación por morir por la causa y forjar el futuro, pero yo lo recuerdo con cariño. Del revólver Nagant modelo 1895 también he oído. Todo un símbolo, se lo daban a miembros destacados del partido con una estrella roja en la empuñadura. De hecho aun se usa en algunas fuerzas publicas rurales de ex-republicas soviéticas. También era muy usado por espías por lo maleable en tamaño y porque permitía que se le acoplara un silenciador. No todos los revólveres lo soportan.
            Bueno, creo que ya hemos hablado mucho de cultura soviética, es una lástima que muchos de esos libros no estén en digital.

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          2. Yo leí durante muchos años novelas soviéticas, y no soviéticas sobre guerra y espionaje, además des las ciencia ficción que se publicaban, entre mis preferidos todavía se encuentran A Solas con el Enemigo, y su continuación Entre los Caballeros de Espíritu Negro de Yury Dold-Mijáilik, Desnudo entre Lobos de Bruno Apitz, Entre el escudo y la Espada de Vadim Kozhevnikov, entre otras! también leí Stanlingrado de Theodor Plivier hace años, y coincido con Gamora, muy bueno.

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          3. Vaya, camarada, Gamora, no conocíamos de sus amplios conocimientos sobre la Gran Guerra Patria y sus participantes, me quito el sombrero.

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        2. Eso es algo que casi ningún autor de fantasía explota en sus libros de fantasía, la lucha calle a calle, resignados a que esto es la guerra, vas a pasar hambre, frío y no puedes retroceder porque te ejecutan. Aunque Erikson hizo algo así en el tercer libro de Malaz, pero era más un asedio que otra cosa y en los últimos libros de La rueda del tiempo, con la caída del norte.

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      2. Gracias por la recomendación, los libros sobre la segunda guerra mundial siempre son útiles para aprender sobre como es la guerra y te dan unos cuantos trucos sobre tramas que podrías desarrollar.
        También ayuda leer los libros de historia antigua con los que se daban las clases a principios del siglo pasado, me he encontrado con unos cuantos y realmente me cuentan la historia desde un punto de vista más interesante y realista. Y, si no tenemos acceso a esos, la wikipedia en inglés tiene listada la mayoría de todas las batallas importantes desde que se tiene registro.

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        1. Me encantaría leer una historia de fantasía en la Primera o Segunda guerra Mundial. Además de la crudeza del escenario hay una serie de factores sobrenaturales interesantes. A los Nazis les fascinaba lo oculto y las leyendas germánicas.

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          1. A mi también me encantaría leer historias de fantasía ambientadas en la segunda guerra mundial, hay un libro que no es fantasía como tal, pero que quien cuenta la historia es la muerte, se llama La Ladrona de libros, es un libro muy bonito que relata algunos horrores de la guerra, hay otro como Los Niños del Brazil, de Ira Levin, que trata sobre experimentos en niños judíos por Mengele, hay bastantes libros de ese corte, pero fantasía como quisiéramos no he leído ninguno.

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          2. Ian Tregillis, búscalo en tu biblio, la que copié de ti y ahí lo encontrarás, listo para ser asaltado por madre dragón que ahora quizás tenga tiempo libre.

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          3. Si, me imagino que ya la mayoría de las cosas buenas que has encontrado ya las has leido, espero que tengas suerte en la búsqueda de nuevos libros.

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          4. Lo que estoy leyendo son las sagas clásicas, que de esas apenas si las he leído, pero de las nuevas nada interesante que esté traducido al español.

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          5. Cual te estas leyendo ahora?. Yo me estoy leyendo una novela de ciencia ficción de Nancy Kress, Una Luz Extraña se llama, cortesía del Yoss, ya yo me había leído de ella Mendigos en España que me gusto muchísimo.

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          6. Yo estoy leyendo ahora mismo el segundo de Farfh y el Ratonero Gris, fantasía heroica de la clásica y muchas novelas de ese estilo, que son los clásicos que me faltan por leer.
            A mi me gustó Mendigos, aunque creo que podría haber explotado mucho más a los personajes y las cosas que pueden hacer. Esta de qué va?

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          7. Bueno no sé si en las dos novelas que le siguen a Mendigos en España, ella haya abordado y explotado mucho más el tema de la nueva raza humana mejorada y todo lo que pueden hacer, porque no las he leído aun, están pendientes en mi lista larga, jajaja. Una luz extraña trata sobre una raza alienígena que tras muchos años en guerra con los humanos, han decidido estudiarlos yendo a un planeta donde la raza humana es mucho más atrasada y que han olvidado sus orígenes y tecnología, ellos escogen a un grupo y los encierran en una ciudad durante un año…ellos simplemente no entienden la violencia de los humanos en todo momento…, esta interesante y me gusta bastante aunque sigo considerando Mendigos en España superior.

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          8. Dos novelas, yo solo tenía conocimiento de otra, pero ya me dirás cuando las leas.
            Interesante, un experimento social conducido por alienígenas, suena a que los humanos se organizarán en grupos y habrán pequeños grupúsculos de relegiones y cosas así. ¿Qué tan atrasados están los humanos?

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          9. Si, existe una tercera que descubrí buscando otros libros, pues el Yoss solo me había hablado de la segunda parte. Si, la verdad es que la novela esta interesante, de hecho a medida que avanzo me va gustando mas. En la novela existen dos ciudades que viven insultándose y en guerras continuas, lo que hace que la convivencia en la ciudad alienígena no sea pacifica, aunque me imagino que allí aprendan a coexistir, y están los suficientemente atrasados como para no saber que son las células, no poseen armas sofisticadas, solo cuchillos y arcos, aunque tienen otras características que los hace interesantes como los oficios.

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          10. Vaya, tendré que anotar el nombre del libro para después revisarlo.
            Mmm, interesante y ¿cuándo terminaría el experimento extraterrestre? ¿La gente se ha dado cuenta de que los están vigilando?

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          11. Creo que podemos hacer alguna historia de taberna ambientada en la SGM. Lo tendré en cuenta, me agrada la idea. ( Si alguien quiere ayudarme es libre de hacerlo)

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          12. Mmm, que extraño. Si esta desde el punto de vista de la muerte debería clasificarse como fantasía, a menos claro, que alguien me presente a la señora muerte.

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          13. Hay una trilogía de Ian Tregillis, cuyo primer libro es Semillas amargas que va de eso, mago y luchas mágicas durante la segunda guerra mundial, la referencia viene del Yoss y yo todavía no lo he leído, pero el dice que está muy bueno en la parte militar, aunque medio cojo por el argumento.

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    3. Yo también comencé a leer el arte de la guerra tiempo atrás, aunque no lo acabé. Espero con ganas los artículos que salgan de ese libro.
      Respecto a la estrategia pues es verdad que para escribir batallas decentes hay que sentarse un poco a estudiar al menos nociones elementales. Es tedioso pero hay que buscarle la vuelta pues si no lo hacemos nuestras geniales batallas finales tendrán errores muy chocantes.

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      1. Yo admitiré que cuando leí por primera vez El arte de la guerra me decepcioné, pensé que lo que me darían era una lista detallada de las cosas que tenía que hacer, pero me encontré con más metáforas y filosofía que otra cosa. A mi saga de artículos todavía le faltan tres y uno especial, así que serían ocho, dos meses hablando sobre la guerra en el blog.
        Yo para evitar ese tipo de errores y complicaciones, prefiero escribir historias que no tengan grandes batallas. Quizás sea una pendejada de mi parte, pero conozco a un par de expertos en el tema y no me siento a su nivel.

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