Se rumorea que los enanos han descubierto la forma de convertir el plomo en oro. Los alquimistas se rascan la cabeza preguntándose cómo pudieron hacerlo antes que ellos, mientras que los magos resoplan sabiendo que después de convertir el plomo en oro al otro día vuelve a su estado original.
Esto es Ankh-Morpork y una noticia como esa no tarda en llegar a muchos oídos, algunos como los de William de Worde, que informa a personas ilustres del extranjero por un módico precio. Con este rumor acaba de terminar su boletín y cuando va a hacer que se lo graben, unos enanos con mucho plomo lo dejan fuera de combate. Cuando despierta, William se da cuenta de que esos hombrecillos no sólo tienen plomo, sino una imprenta de tipos móviles, una tecnología prohibida por el patricio, pero joder, saca unas copias increíbles en menos de nada.
Ajenos a estas noticias hay dos personajes de una reputación muy elevada en la clase de círculos cuyos individuos terminan con un lazo alrededor del cuello. Un par de profesionales en encargos especiales que involucran algo más que un simple tajo. Ambos contratados para deshacerse de lord Vetinari de la forma más limpia.
Desde el año pasado andaba con ganas de releer varias novelas de Mundodisco, así que tras el fiasco con Shorefall terminé de decidirme y reuní las 10-12 novelas que más recuerdo que me gustaron. Como siempre, decidir por cuál comenzar fue algo de echarlo a suertes y terminé con esta de primera.
La verdad es una novela donde los enanos realmente aprendieron a convertir el plomo en oro y, como todo en la alquimia, debe haber un intercambio equivalente, el cual es, sobre todo, la historia de los costos asociados con los periódicos. Una historia en la que Pratchett, periodista durante años, sabía muy bien de que estaba hablando.
Fue una historia que disfruté mucho más que la primera vez que la leí hace ocho años. Ahora sé un poco más de filosofía, tipografía y guerras entre periódicos, así que me la pasé disfrutando de los chistes bajo los chistes y las cosas que parecen chistes, pero no lo son, como lo filosóficamente perturbador que es que las letras tengan individualidad y puedan recombinarse.
También es una novela que nos muestra que incluso cuando los periódicos quieren mostrarnos lo que realmente sucedió no pueden. No todo lo que se publica (y podríamos aplicarlo a las redes sociales) es la verdad. Pero sobre todo que las personas no quieren escucharla, sólo quieren que le digas lo que ya saben.
Así que si no has leído ninguna novela de Mundodisco o no importa si las has leído, quieres una historia divertida, ingeniosa y conocer un poquito más del mundo del periodismo. Entonces, mi recomendación es que te leas La verdad, de Terry Pratchett.
Descargar: La verdad, Terry Pratchett
El Último Puente 
Terry Pratchett y su Mundodisco es una de mis muchas lecturas pendientes.
A ver si con tu recomendación puedo darle un buen empujón.
Muchas gracias, Jose Alejandro.
Abrazo grande.
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Hei, gracias como siempre por la lectura, JascNet. De verdad te lo recomiendo mucho, es una de las mejores novelas independientes de Pratchett y la traducción está muy buena.
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