Este tropo se refiere a cualquier situación en la que un personaje (normalmente, pero no siempre, el protagonista) se encuentra en un triángulo amoroso en el que debe elegir entre pretendientes rivales de los cuales uno tiene magia y poderes, no es humano, o tiene alguna otra propiedad que lo sitúa en la categoría de ficción especulativa, y el otro pretendiente es una persona normal. Por supuesto, la opción «mágica» no necesita utilizar algo llamado magia. En una ambientación de Ciencia Ficción, los extraterrestres, los viajeros del tiempo, los visitantes de otra dimensión o planeta, o personajes similares pueden ser elegidos. En una ambientación de Superhéroes, cualquier persona con superpoderes podría serlo.
Cuando el personaje que elige es un muggle, estos casos suelen representar algo más que una elección entre personas, sino que a menudo se trata de una elección del tipo Píldora Roja, Píldora Azul entre vivir una vida normal y vivir una vida emocionante y exótica, pero desconocida y a menudo peligrosa. Por lo general, es de esperar que el personaje se decante con el interés amoroso exótico, porque eso es lo que permite un argumento más interesante. Sin embargo, a veces se tratará de la misma manera que una trama de «pretendiente rico, pretendiente pobre,» en la que el muggle elige una vida ordinaria de amor en lugar de todas las cosas exóticas que el no-muggle puede ofrecerle.
A veces, la opción mágica tendrá claras desventajas. Todos sabemos que el poder tiene un precio y ciertas limitaciones pueden dificultar que el protagonista desee honestamente una vida con ellos. Tal vez no puedan estar lejos del agua. Tal vez no tengan presencia física o tengan efectos debilitantes en aquellos que los rodean. Tal vez el protagonista encuentre inquietante el hecho de que no sean del todo humanos. Sea cual sea la razón, hace que la expresión del amor y el compromiso duradero sean un problema. El muggle, en cambio, es presumiblemente una persona encantadora pero sin esas limitaciones paranormales. De repente, estos parecen mucho más atractivos.
Si el personaje que hace la elección es un no-muggle, se puede esperar casi invariablemente que se case con el muggle, a menudo a pesar de la resistencia, los prejuicios e incluso los tabúes y las prohibiciones de su comunidad de compañeros fantásticos.
Por defecto, se trata de un Romance Muggle-Mago.
Compara con Betty y Verónica y Pretendiente rico, Pretendiente pobre. A veces se solapa con Ama a mi Alter Ego y Triángulo Amoroso de Dos Personas; a su vez, ambos subtropos de la Identidad Secreta.
Ejemplos:
- Aparece una versión en las Crónicas Kane, cuando Sadie se ve obligada a elegir entre Anubis (sí, ese Anubis) y Walt, que no es más que un mago. Al final, Anubis y Walt se fusionan, por lo que no tiene que elegir.
- En La Sirenita de Hans Christian Andersen, la sirena era una joven heroica con una voz embriagadora, pero atada para siempre al mar. La princesa de tierra es un poco más ama de casa y obediente, pero tiene piernas. Hay que señalar, sin embargo, que el príncipe no sabía que estaba en uno de estos triángulos. No tenía ni idea de que la sirena no era una mujer normal, así que esto no influyó en su elección.
- Vin en Nacidos de la Bruma debe elegir entre los hermanastros Elend (el muggle) y Zane (el mágico).
- En Percy Jackson, los dos principales intereses amorosos de Percy son Annabeth, la semidiosa hija de Atenea, y Rachel, una chica mortal (aunque puede ver a través de la Niebla). Sin embargo, al final se juega con esto, debido a que Rachel se convierte en la nueva Oráculo de Delfos en el Campamento Mestizo, pero sólo después de un momento romántico con Percy.
- En La corona de Hielo, la joven bruja Tiffany ha atraído a un acosador sobrenatural con un Crush en la forma del rey del invierno, y todo el mundo sabe que ella tiene un acuerdo con el hijo del Barón, que es muy muggle. No elige a ninguno de los dos. Rechaza al rey del invierno y él vuelve a su forma incorpórea, y ella y Roland son sólo amigos.
Fuente: Muggle And Magical Love Triangle – TV Tropes
Traducido por: José Alejandro Cantallops Vázquez
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