Malacia es una ciudad condenada por su fundador a que nunca cambiara. Este, cuando la fundó y se encontró con el primer mago y este le ofreció concederle un deseo, le pidió que las cosas se quedaran como estaba, sin cambiar a través de los siglos. Y así se ha mantenido Malacia, imperturbable durante los últimos dos mil años. Mientras fuera de sus dominios, la civilización ha seguido adelante o se ha atrasado, pero aquí no, ya sea la maldición original o la mano del Consejo, todo sigue más o menos igual.
Perian De Chirolo, es un joven que vive de su ingenio. Aunque por lo general sobrevive con su trabajo como actor, la popularidad del teatro ha ido disminuyendo en la ciudad. Por lo que, ahora es un vividor y libertino que aprovechará cualquier oportunidad para comer y beber a costa de sus amistades o llevarse a la cama a las chicas que le gustan.
Sin embargo, su suerte cambia un día al encontrarse con Otto, el inventor del zahnoscopio, una máquina similar a una cámara fotográfica muy tosca. Este le ofrece a De Chirolo trabajar en un nuevo tipo de obra de teatro “captada en placas de colores,” este rechaza al principio la oferta. Otto es un progresista, miembro de un movimiento que quiere el cambio y su compañía no augura nada bueno para un vividor como él. Sin embargo, las cosas cambian cuando se entera que la hermosa Armida, hija de la poderosa familia Hoytola, patrocinadora del zahnoscopio, participará. De Chirolo se ha enamorado de ella y este solo será el comienzo de sus problemas, los cuales, verá representados en la obra que van representando frente a la antigua cámara fotográfica.
Esta novela llegó a mis manos como una sugerencia de la guía 100 must read fantasy novels, de Stephen E. Andrews and Nick Rennison, una de las mejores guías de fantasía de las que han caído en mis manos. Y, tras postergarla varios meses, aproveché que me había comprado un e-reader para probarla, en especial, debido a que era muy corta.
La novela terminó gustándome más por su ambientación que por su historia y personajes. La novela recrea la Venecia del Renacimiento, un lugar decadente, lleno de libertinaje y caldero de movimientos sociales.
Sin embargo, más allá del tema del cambio social, está la perspectiva de que Malacia se encuentra en una versión de nuestro mundo. Un mundo pasado, o al menos eso pensaba al principio, pero, para el lector atento, existe una pista a mitad de novela, cuando el personaje principal visita a su padre, un erudito obsesionado con Alejandro de Macedonia. Este menciona que:
“Conocemos tres, por lo menos: el Homo simius, el hombre antropoide y el Homo saurus, es decir, nosotros. “
Así que no solo es una novela de fantasía histórica, ¡sino una que lo hace especulando con la idea de que los hombres descienden de los dinosaurios!
Otra elemento que me gustó, fue la forma en que el autor recrea el lenguaje de la Venecia Renacentista, algo que muy pocos pueden hacer bien y además, combinarlo con el toque seductor que despliega De Chirolo.
Por tanto, si te gusta las novelas históricas y las tragedias románticas. Esta es una novela que deberías leer, pues, además, agrega a la fórmula un mundo donde los dinosaurios triunfaron en la evolución.
Descargar: El tapiz de Malacia, Brian W. Aldiss
El Último Puente 
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