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Etiqueta: Fantasía de vampiros
La fantasía de vampiros es un subgénero de la fantasía en la cual las historias están centradas en vampiros, pero no en su parte de terror, sino con elementos más mundanos y mágicos.
¡La reina Victoria se ha convertido en un vampiro y ha nombrado a Vlad Tepes su príncipe consorte, lord protector de Inglaterra! El vampirismo se expande por todo el imperio y nadie parece interesado en detenerlo desde que Drácula empaló a Van Hellsing. Sin embargo, en los barrios bajos de Londres hay asesino que está matando a las prostitutas vampiras, enviando al gobierno vampírico un mensaje inconfundible con su cuchillo de plata.
En el sendero murmuraba un viento que desprendía las hojas otoñales de los árboles como si fueran copos de nieve. Vi a esta mujer de lejos, que corría delante de la niebla. Y desde los pies descalzos en el suelo, el largo perfecto de sus cabellos, hasta el blanco inmaculado de su vestido. Todo eso aseguraba una ilusión, o al menos eso parecía. Por un segundo creí que me había visto, aún bajo la colcha tejida de hojas secas. Ella simuló ver a otra parte, y se acercó por el camino, esta vez con pasos lentos y ceremoniosos, como las sacerdotisas de Kihilati. Escuché que cantaba poemas de las lejanas praderas de Yurud. Hablaba de la primavera, las lluvias, y las flores azules de Kotaz, ya listas para la cosecha. Yo me quedé acostado, recordando esos tiempos. Cuando dibujaba poesía en el estilo vibrante del Fiur Arracum. Antes que la epidemia deformara mi cuerpo y fuera maldito entre los míos. Por un momento recordé a mis padres, vivos y felices, y al otro instante, los vi enfermos y moribundos, con los pestilentes bulbos de la Maligra sobresaliendo en la piel. Hacía veintisiete años que me había ido de mi natal Yurud para nunca volver.
Lo primero que tienes que saber es que los vampiros, hombres lobos, zombies y otros seres sobrenaturales son reales. El gobierno los reconoce, por lo menos aquí en los Estados Unidos. Así que si ves un club de vampiros nocturnos o que quien se sienta a tu lado tiene colmillos, no te asustes, es normal, no te harán daño. Los vampiros se han convertido en nuestros vecinos excéntricos.
Aunque eso no significa que todo vaya bien, sino no tendría este segundo trabajo, esta licencia para matar vampiros. No digo que todos los vampiros sean malos ni liberen su sed de sangre y comiencen a atacar a los humanos. No, muchos son lo suficientemente civilizados como para contenerse, pero hay otros que no pueden reprimir su instinto y ahí es cuando entro yo, la Ejecutora. Ellos me odian y yo les tengo miedo, es un intercambio justo.
Anita es reanimadora y está habituada a trabajar con los muertos, que al fin y al cabo son quienes le proporcionan el sustento. Sabe mejor que nadie qué conlleva el levantar un cadáver de siglos de antigüedad, y por ello rechaza la suculenta oferta que le hace un millonario. Pero Harold Gaynor, un sujeto con presuntas conexiones mafiosas, no está muy acostumbrado a encajar negativas, y Anita sabe que su vida acaba de complicarse.
Se acerca la noche de Halloween, y los problemas de Anita Blake se amontonan: en plena temporada alta para la reani mación de zombis, la policía requiere su ayuda en la investigación de un crimen vampírico. Asimismo, recibe la visita de Edward, un asesino implacable de seres sobrenaturales, que quiere que le revele la identidad del amo de los vampiros de la ciudad…
Por más de un siglo, las historias de vampiros han sido populares en la literatura. Originalmente, estas historias estaban basadas en los mitos antiguos, usualmente los romanos, sobre criaturas que chupaban sangre. En estas viejas historias, los vampiros eran descritos como encarnaciones del mal. Hay muchos viejos tropos y clichés que han caracterizado a los vampiros: como seres que no se reflejan en los espejos, las cruces y el ajo los debilitan, la plata y la luz del sol son mortales, tienen colmillos, son cambiaformas, tienen poderes sobrenaturales y fuerza sobrehumana, duermen en ataúdes y un largo etcétera.