
Definición: irritación causada por problemas no resueltos o necesidades insatisfechas; el sentimiento de ser obstaculizado.
Señales físicas:
- Pellizcarse los labios.
- Llevar las manos a la espalda, sujetarse la muñeca.
- Hablar apresuradamente.
- Tamborilear los dedos sobre algo para liberar energía.
- Decir palabrotas.
- Señalar con el dedo índice.
- Rascarse o frotarse la nuca.
- Sacudir la cabeza.
- Movimientos bruscos (hablar con las manos, cambiar de dirección a mitad de camino).
- Caminar de un lado a otro en tramos cortos.
- Postura rígida, músculos rígidos, cuello rígido.
- Apretar la mandíbula.
- Hablar a través de los dientes con una contención forzada.
- Un resoplido o una mueca de impaciencia.
- Tomar aire y soltarlo antes de hablar.
- Extender las manos para estirarlas y luego relajarlas.
- Enseñar los dientes.
- Maldecir.
- Levantar las manos en un gesto de “me rindo.”
- Alejarse de alguien y marcharse enfadado.
- Intentar herir a través insultos y comentarios sarcásticos.
- Hablar sin pensar, lo que a menudo conduce al arrepentimiento.
- Dar un portazo.
- Tirarse del pelo y mirar al cielo.
- Un suspiro pesado.
- Una voz tensa.
- Apoyar la cabeza en la mesa.
- Hablar con dificultad.
- Ojos entrecerrados, apretados.
- Una apariencia desolada.
- Pasarse las manos por el pelo.
- Puños apretados, uñas hundidas en las palmas de las manos.
- Una expresión de tensión y sobresaltada.
- Pasarse una mano por la cara.
- Golpear la mesa con el puño.
- Apretarse la cara y luego soltarla, tratando de recuperar la calma.
- Mantener la cabeza entre las manos.
- La barbilla alta.
- Cruzar los brazos delante del pecho.
- Torpeza debida a las prisas (derramar el café, golpear algo).
- Gemidos teatrales.
- Inquietud.
Sensaciones internas:
- La garganta se estrecha.
- Endurecimiento del estómago.
- Opresión en el pecho.
- Presión arterial alta.
- Dolor de cabeza.
- Dolor de mandíbula.
Respuestas mentales:
- Concentración extrema en la resolución de problemas.
- Repetición en la mente de una escena o evento una y otra vez, obsesionándose con ella.
- Hablar consigo mismo para calmarse, para pensar con claridad.
- Necesidad de hacer preguntas y repetir la información.
- Suprimir las emociones antes de dañar una relación.
Señales de frustración aguda o prolongada:
- Gritar, vociferar, despotricar o criticar.
- Llorar, sollozar.
- Suplicar, negociar: ¡Por favor, basta!
- Salir furioso de una habitación.
- Incapacidad para dormir o relajarse.
- Sudoración profusa.
- Usar más fuerza de la necesaria (pisar fuerte, lanzar algo en lugar de entregarlo).
- Un despliegue de violencia (patear, agarrar, sacudir o destruir algo para liberar la tensión).
- Una rabieta (gritos, tirarse en el suelo, llanto).
Puede escalar a: desprecio, ira, impaciencia.
Señales de frustración reprimida:
- Dientes apretados.
- Sacarse las lágrimas, intentar ocultarlas.
- Silencio o respuestas mínimas.
- Cerrar brevemente los ojos.
- Respirar profundamente.
- Pasarse una mano por la cara como si se tratara eliminar la emoción.
- Excusarse y marcharse.
- Intentar sacudirse o liberar la tensión de los hombros.
Fuente: The Emotion Thesauru: A Writer’s Guide to Character Expression – Becca Puglisi & Angela Ackerman
Traducido por: José Alejandro Cantallops Vázquez
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