Un escritorio, una silla, un cuaderno de notas y una pluma. Más recientemente, un teclado y una pantalla. También una taza de té o café. Esas son las cosas que las personas generalmente asocian con la escritura. Nos “sentamos” a escribir.
Algunas veces, escribo en mi escritorio en la sala de estar al lado de la ventana. Cuando no sé que escribir a continuación, miro pasar durante horas a los carros frente a nuestra casa. Cada 10 minutos o algo así, pasa un autobús: uno de dos pisos típico de las calles de Londres. Me recuerda que tengo que regresar al trabajo.
Solía escribir mucho en el sofá, pero ya no lo hago. Es demasiado cómodo, y soy propenso a quedarme dormido allí.
Antes de que golpeara la pandemia, amaba ir a las cafeterías a escribir. Iría en la mañana antes del trabajo. Cuando tenía un día libre, iría cuando estaba tranquilo después del almuerzo.
También pasé muchos meses escribiendo en la Biblioteca Británica en St. Pancras. Por mucho, ese es mi lugar favorito para escribir. No puedo esperar para regresar.
Las salas de estar, las cafeterías, las bibliotecas: esos son los lugares usuales a los que voy a escribir. Pero, recientemente, he estado experimentando con escribir desde lugares inusuales.
La semana pasada, escribí todo un artículo mientras estaba en el tren de camino a mi trabajo. No hay recepción móvil en el subterráneo de Londres (no al menos en los túneles), y eso significa que no hay internet. Tampoco hay un paisaje que me distraiga. El metro es un lugar fantástico para escribir.
Otra cosa que comencé a hacer recientemente es a bosquejar cuando camino. A menudo obtengo un montón de ideas cuando salgo a dar una caminata. Decidí ser deliberado respecto a ello y centrarme en las historias y artículos que necesitaba analizar.
Uso la característica de discurso a texto de mi teléfono para tomar notas. No le dicto mi prosa terminada, pero funciona sorprendentemente bien para grabar ideas y extractos cortos.
Aléjate de tu rutina, y escaparás de las distracciones usuales. Escribir no tiene que involucrar siquiera el sentarse. ¿Cuáles son algunos lugares cerca de ti que nunca pensaste como lugares para escribir? ¿Podrías ir al bosque y escribir durante una hora sentado sobre el tocón de un árbol? ¿Has intentado escribir desde tu parque local?
Esto también funciona en casa. Intenta escribir desde una habitación diferente. Siéntate en el suelo o las escaleras. Si generalmente escribes en una computadora, consigue un cuaderno de notas e intenta hacerlo a mano durante un rato o prueba un nuevo editor de texto (he escuchado que Writing Analytics es muy bueno😄). Si escribes a partir de un bosquejo, intenta un poco de escritura libre. Si eres un escritor de escritura libre, intenta escribir a partir de un bosquejo.
Cuando pienso sobre ello, nunca he estado en el autobús que pasa por mi casa. Quizás debería cogerlo un día, subir hasta el piso superior y escribir algo.
¿Cuál es tu lugar favorito para escribir?
Hola, soy Radek 👋. Soy escritor, ingeniero de software y fundador de Writing Analytics —un editor y rastreador de escritura diseñado para ayudarte a derrotar el bloqueo de escritor y crear una rutina de escritura sostenible.
Traductor: José Alejandro Cantallops Vázquez
Puedes seguirlo aquí en su blog de Tumblr.
Si te gustó esta entrada, puede que te interese seguir leyendo otros consejos de Radek que he traducido (clic aquí).
El Último Puente 
Hace una semana estoy trabajando en Santa Teresa, es otra zona de campo parecida a donde normalmente trabajo. A la hora de irme debo esperar mi transporte de regreso en una recta de carretera con caobas a los lados. La parada es una caseta con bancos y casi nunca hay nadie. Últimamente me da por sentarme ahí mientras velo que aparezca un carro y escribo algo en el móvil. Es curioso como he acabado párrafos enteros de un tirón ahí, claro, con lo malo que está el transporte tengo tiempo. Pero es una forma de vencer el tedio de estar casi una hora esperando que pase algo. Ese es el lugar más raro en el que he escrito de momento.
Me gustaLe gusta a 1 persona
El mío es una trinchera mientras hacían una maniobra en el servicio militar. Estaba en un refugio cubierto, un cacho de lápiz y media libreta, eran 6 horas en la trinchera, así que no había nada mejor que hacer.
Me gustaMe gusta