
Definición: codiciar, desear o anhelar algo.
NOTA: el objeto del deseo puede ser una persona, una cosa o algo intangible (prestigio, aceptación, etc.).
Señales físicas:
- Labios separados.
- Contacto visual firme.
- Palmas de las manos húmedas.
- Acariciarse el brazo, usándolo como sustituto del objeto de deseo.
- Reflejar los movimientos del objeto (si es una persona).
- Temblar.
- Bajar la voz al hablar.
- Inclinarse o adelantarse hacia este.
- Acercarse para disminuir la distancia.
- Relajar la postura.
- Mirar al objeto directamente.
- Ojos brillantes, llenos de ilusión y agradables.
- Separar ligeramente las piernas.
- Músculos relajados.
- Tocar frecuentemente la cara y los labios.
- Apretar brevemente las manos y luego soltarlas.
- Ser incapaz de articular palabra.
- Enrojecimiento de la piel.
- Aumento de la deglución.
- La lengua sale para tocar o lamer los labios.
- Las rodillas se aflojan y se sienten débiles.
- Responder inmediatamente cuando se le llama.
- Tocar o mantener cerca el objeto.
- Una sonrisa que surge lentamente.
- Sacar inconscientemente el pecho.
- Levantar la barbilla para exponer el cuello.
- Contener la respiración.
- Tartamudear o balbucear.
- Un contacto o roce prolongado con el objeto.
- Tocarse o acariciarse la garganta.
Sensaciones internas:
- Una fuerte conciencia de sus latidos.
- La sensación de ser inundado con calor.
- La boca se humedece, aumenta la saliva.
- Sensación de que el vello se le eriza en los brazos y la nuca.
- Dolor u hormigueo en los dedos por la necesidad de tocar el objeto de deseo.
- Respiración acelerada o falta de aire.
- Hipersensibilidad al tacto y a la textura.
- Revoloteo o incluso dolor leve en el pecho.
- Mareo.
- Una sensación de movimiento cerca del corazón, una punzada.
- Un escalofrío que produce placer.
- Terminaciones nerviosas que se agitan y hormiguean.
- Ansias corporales de ser tocado por el objeto (persona).
Respuestas mentales:
- Preocuparse por la esencia del objeto.
- Concentrarse en las cualidades más deseables del objeto.
- Ignorar las distracciones para fijarse en el objeto o en el deseo.
- Deseo de eliminar toda la distancia.
- Necesidad de tocar y explorar.
- Soñar despierto o fantasear con el objeto.
- Determinación de tener o poseer el objeto.
- Impaciencia.
- Pérdida de inhibiciones.
- Establecer objetivos para obtener el objeto.
- Aprovechar las oportunidades o superar retos para demostrar su valía.
- Querer cuidar y anteponer las necesidades del objeto.
Indicios de deseo agudo o prolongado:
- Golpear, empujar o hacer a un lado a los demás para acercarse.
- Estar dispuesto a soportar el sufrimiento o las dificultades para obtener el objeto.
- No importarle lo que piensen o sientan los demás.
- Pensamientos obsesivos.
- Centrar todos los aspectos de su vida en estar con el objeto.
- Descuidar a los amigos, familia, trabajo y otros intereses.
- Fijación en la superación personal, la educación o los objetivos que conducen al logro.
- Deshacerse de malos hábitos o defectos para apaciguar o impresionar.
Puede escalar a: adoración, amor, determinación, envidia, celos.
Señales de deseo reprimido:
- Desviar la mirada durante un breve periodo de tiempo.
- Fingir interés por algo más.
- Hacer una demostración de compromiso al entablar una conversación con los demás.
- Examinar o fingir que considera otros objetos.
- Sonreír a otros objetos.
- Forzar un caminar lento en lugar de apresurarse para encontrarse con el objeto.
Fuente: The Emotion Thesauru: A Writer’s Guide to Character Expression – Becca Puglisi & Angela Ackerman
Traducido por: José Alejandro Cantallops Vázquez
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