Esto fue algo que me tomó desprevenido este año. Una de mis noveletas, El tapiz del tirano, ganó el premio Calendario, que viene a ser algo así como el concurso más importante que pueden ganar en Cuba los escritores de fantasía y ciencia ficción menores de 35 años. Tras cinco largos años mandando al concurso, darme cuenta en el proceso de que no servía para escribir ciencia ficción y perseverar lo suficiente como para enviar la segunda novela que había escrito, gané.
El premio vino, con la atención mediática correspondiente. Ya saben, los 5 minutos de fama de los que hablaba Warhol, un par de entrevistas y luego, el olvido casi completo, excepto que ahora la gente comienza a referirse a ti como el ganador de (inserte aquí el nombre del concurso/beca/premio). En fin, la meritocracia que siempre ha plagado la literatura moderna, pero me extiendo y no voy a lo concreto.
Como El tapiz del tirano va a ser mi primer libro publicado (con suerte, saldrá en febrero del año que viene), debía ser editado. Este proceso, también nuevo para mí, fluyó bastante bien, especialmente gracias a mi editora. Aunque admito que tener que revisar mi noveleta unas tres veces más y buscar sustitutos para las palabras repetidas que tenía llegó a ser tedioso.
A mediados de este proceso, la editora me preguntó sobre cuál sería la portada del libro o si tenía a un ilustrador en mente. Algo ante lo cual yo me quedé: Eh, ¿portada, ilustrador? A mí nadie me dijo nada de esto, tú. Y es que tras años escribiendo y varias decenas de libros sobre escritura leídos, todo para lo que me había preparado era para escribir una novela. Cierto, había leído un par de artículos en los que te recomendaban que consiguieras un buen dibujante y pagaras por una portada atractiva.
En fin, que aunque la editorial ponía un dibujante si yo no encontraba ninguno en el plazo de un mes (que fue el tiempo que tenían antes de mandar el libro a imprenta), no quería dejarlo en sus manos. El diseño de portadas de libros en Cuba deja mucho que desear y, resulta que yo quería una buena portada y si no se podía, una decente, al menos relacionada con la novela. Y tras remover cielo y tierra, gracias a un buen amigo encontré un dibujante cuyo estilo encajaba con la imagen que tenía en mente. No quedó perfecta, pero mucho mejor de lo que podría haber quedado de otra forma.
Por eso, camaradas aspirantes a escritores que quieren publicar en Cuba o autopublicarse, vayan pensando desde ahora en su portada. Infórmense y conozcan a los buenos ilustradores que viven cerca de ustedes o en el país, incluso mejor si tú mismo puedes dibujar. No cometan el error de esperar hasta el último momento para conseguir una buena portada para su novela.
Eso es todo lo que tenía que compartir con ustedes hoy, pasen un buen resto de semana y espero que encuentren algo interesante que leer en el blog
Jelou, José Alejandro.
Evidentemente, la portada es la entrada al libro. Muchísima gente se engancha a su compra al ver la ilustración de ella. Por eso es tan importante.
Yo lo he pensado muchas veces, cada vez que me entran las ganas de publicar y luego se me olvida al venírseme abajo las ansias. El problema es, como casi siempre, el tema económico. No voy a entrar aquí en si es caro o no, el problema no está en la valoración del trabajo de los ilustradores, sino en nuestro propio bolsillo.
Yo, a día de hoy, con lo que me manejo en el fotoshó y mi baja economía, no puedo permitirme un ilustrador, así que si me decido a publicar tendré que hacérmela a mí mismo. Estoy hablando, por supuesto, de la autopublicación. Ni en sueños veo, ahorita, una editorial que confíe en mis relatos.
Pero es una buena disquisición. Hay que darle a la portada la importancia que merece, como a la puerta de nuestra casa o a nuestra apariencia en una entrevista. Lo que ella muestre convencerá o no luego en el contenido.
Gracias por la entrada, un Abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Diste con un tema clave que evité en la reflexión porque es bastante sensible. La portada me costó dinero, se supone que la editorial le pagará al ilustrador, pero este no quizo esperar a este eventual pago, que en Cuba puede tardar años. Personalmente lo comprendo, y el precio no estaba fuera de mi alcance, pero sé que en Europa los precios son muy diferentes y mucho más caros.
Espero que tengas éxito si te animas a la autopublicación, camarada ^w^/
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sí, bueno. Todo cuesta dinero. La portada, la corrección, la maquetación, la publicación, la publicidad… Crear es gratuito, exponerlo, sobre todo para la venta, muy caro. Pero es lo que hay.
No sé la comparativa de precios. Algunos ilustradores son comprensibles, otros valoran su arte y si te va bien, pues sí, si no, pues no.
A propósito, disculpa si alguna vez meto la pata con algún comentario. Nunca recuerdo que vives en Cuba y allí algunas cosas son mucho más complicadas que por aquí. No dudes en recordármelo. 😉
Tengo mucha ganas de publicar, pero me parece tan complicado (sin hablar de dinero).
Gracias, compañero. 🤗😊👍🏼
Me gustaLe gusta a 1 persona
La autopublicación, por lo menos los datos que he visto de autores indies americanos, sólo les resulta rentable después de haber vendido 1000 ejemplares, que es el momento en que comienzan a ganar algo de dinero. Lo cual es un número absurdamente grande de libros y casi imposible de vender si no has ido creando una red de lectores medianamente decente a lo largo de años. Desalentador, pero es la realidad y la opción de publicar bajo demanda sigue más o menos este camino.
En Cuba, el precio de las portadas baratas ronda un cuarto del salario mínimo (que es la mejor comparación que se me ocurre para darte una idea del precio, debido a que el peso cubano nunca ha tenido un cambio oficial fuera de Cuba y ahora mismo vale menos que el papel higiénico), mientras que las portadas de artistas realmente buenos pueden salirte hasta en seis salarios mínimos. La edición y correción, un mes de salario mínimo. Aquí casi nadie hace los demás servicios y por lo que has visto, los precios de los demás son tanto dinero que la gente que conozco que ha optado por la autopublicación sólo pagan la portada y el libro sale lo mejor que ellos pudieron corregirlo.
Tranquilo, a mi es al que se le olvida que una parte de los que leen el blog no son cubanos. Si hay algún malentendido se aclara sin problema.
Un abrazo y nos leemos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tremendas las cifras que das. Como para crearte ilusiones siendo un desconocido y novato en estas lindes.
De todas formas, el día que yo decida autopublicar será meramente testimonial y por satisfacer esa ilusión de verse algo publicado. No creo que encuentre padrinos.
Las comparativas con el salario cubano ponen todavía más la carne de gallina. Qué pena, hermano, que estemos tan desequilibrados en esta sociedad en la que se empeñan en querernos convencer de que es globalizada.
Ánimo, espero que vengan tiempos mejores.
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Son los problemas de tener una moneda que no vale nada. Pero ayuda a que sí públicas tengas una calidad mínima.
En cuanto a la globalización, es la de la cultura, no de la calidad de vida. Pero eso ya es algo a lo que estoy acostumbrado.
Me gustaLe gusta a 1 persona