
Por: Angela Ackerman & Becca Puglisi
Traducción por: Celia M. Adán
DEFINICIÓN: una exposición repentina o continua a temperaturas insoportablemente bajas.
Señales físicas:
- Temblores.
- Labios azules.
- Bostezos.
- Ojos que lagrimean.
- Castañeo de dientes.
- Hormigueo punzante en las extremidades.
- Tartamudeo al hablar.
- Piel profundamente fría al tacto.
- Labios secos y agrietados.
- Mandíbula rígida que dificulta el habla.
- Adormecimiento de las extremidades.
- Sensación de ardor en la piel.
- Torpeza.
- Respiración lenta y superficial.
- Labios que tiemblan.
- Falta de destreza o aumento de la torpeza.
- Abrazarse el torso, poner los brazos alrededor del torso.
- Saltar, arrastrar los pies o bailar para estimular la circulación de la sangre.
- Aplaudir o dar golpecitos en el suelo con los pies.
- Meter las manos completamente en los bolsillos.
- Manchas rojas e hinchadas en la piel (llagas, protuberancias).
- Atraer las extremidades y mantenerlas pegadas hacia el torso.
- Dificultad al hablar.
- Frotarse las manos.
- Meter las manos en las axilas.
- Levantar el cuello de la ropa o bufanda hacia la cabeza para cubrirla.
- Acurrucarse dentro de una chaqueta.
- Hombros redondeados, la barbilla caída hacia el pecho.
- Encogerse y cerrar los ojos.
- Dar la espalda al viento o a la fuente de frío.
- Bajar las mangas para cubrir las manos.
- Mover los dedos de los pies para que fluya la sangre.
- Frotar las piernas; utilizar la fricción para crear calor.
- Respiración agitada.
- Abofetearse uno mismo.
- Sacudir los brazos y las piernas.
- Flexionar los dedos.
- Tomar profundas bocanadas de aire en un esfuerzo por mantenerse despierto.
- Hacerse un ovillo.
- Compartir el calor corporal con otros.
- Soplar en las manos ahuecadas para calentarlas.
Sensaciones internas:
- Baja energía.
- Fatiga o somnolencia.
- Sensación de frío incluso en el interior.
- Pulso debilitado.
- Náuseas.
- Pérdida de apetito.
- Sensación de ardor en los pulmones al inhalar.
- Una voz que pierde fuerza.
Respuestas mentales:
- Confusión.
- Pensamiento confuso.
- Deterioro en la toma de decisiones.
- Deseo de dormir.
- Apatía.
Indicios de exposición aguda o prolongada al frío.
- Congelación.
- Hipotermia.
- Gangrena.
- Amputación de extremidades.
- Coma.
- Insuficiencia cardíaca.
- Muerte.
CONSEJO PARA EL ESCRITOR: La actitud emocional marca la diferencia a la hora de enfrentarse al frío. Una persona que puede mantener la agudeza mental y la concentración resistirá los elementos mucho mejor que alguien cuya condición mental está comprometida por la negatividad.
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