
Autor: Limyaael
Traductor: José Alejandro Cantallops Vázquez
Corrección: Jacqueline Chávez Bouza
Esta diatriba es tan personal que no es graciosa. Y está más llena de revelaciones que de mala leche. Solo una advertencia.
(¿Cuándo llegó el día en que tengo que advertir a las personas que algo no contiene mala leche?)
1) Escenarios interiores.
Nunca he hecho una diatriba, quiero hacerla, en la que me refiera a las fantasías sin viajes. Pero pienso que una razón por la que los viajes suceden tan a menudo en la fantasía, es que el autor establece un montón de locaciones moderadamente definidas, a través de las cuáles quiere llevar al(los) protagonista(s), o un mundo bosquejado, en vez de una locación profunda, compleja e impactante que contenga toda la historia debido a que está muy bien pintada.
Quiero ver más de estas. Quiero ver fantasía que tenga locaciones que tengan la solidez del diamante, o de las novelas victorianas. No hay nada que impida esto excepto la preferencia por los viajes de fantasía.
Algunas ambientaciones que raramente he visto y quiero ver más a menudo:
- Fantasías subacuáticas. Debido a que el mar es jodidamente peligroso, es más probable que sus habitantes vivan en pequeñas colonias apretadas y contenidas. Si viajan, al menos el escenario sería distinto al normal.
- Fantasías subterráneas. He leído unas pocas, pero básicamente fueron historias del tipo “así es como sería el mundo subterráneo para un habitante de la superficie.” No hubo casi ningún intento de mostrar cómo podría ser para alguien que realmente ha crecido bajo tierra; el escritor simplemente lo llena de analogías de las temporadas y etcétera. Mis otras razones para querer leerlas son las mismas que para las fantasías subacuáticas.
- Novelas de fantasía completamente contenidas en una casa. Hay un montón de libros de fantasía con casas misteriosas, por lo general encantadas, pero los protagonistas las dejan cuando quieren. Quiero ver un libro completo que suceda dentro de una casa.
- Ídem al de arriba, pero en un poblado, sin ningún extraño misterioso llegando para enviar a alguien en un viaje profetizado.
- Mundos imaginarios en lo imaginario. Los autores de fantasía construyen todo el tiempo sus propios mundos. Parecen divertirse mucho haciéndolo. ¿Por qué nunca piensan en personajes principales que construyen sus propios mundos imaginarios? Lo más cercano que he visto es una fantasía de mundos entrecruzados, donde el personaje piensa que se ha hecho real todo lo que pensó que era real en el mundo que “imaginó” en su infancia, y eso no cuenta. Dame un protagonista cuyo ser completo retroceda en una serie de infinitas imágenes, cada una hogar para un creador que imagina otro mundo, y en ese mundo un creador que imagina otro, etc.
2) “Las hadas desde el interior”.
La razón por la que me sentí atraída por la fantasía en primer lugar fue un amor por los seres sintientes no humanos. Leí los libros de Narnia debido a tenía Bestias Parlantes. Me quedé cautivada con Tolkien debido a que tenía no humanos, quienes eran importantes para la historia, tenían sus propias culturas (¡y lenguajes! ¡y poesía!), y que no existían solo para estar reforzando la imagen de los Hombres. Pensaba que toda la fantasía era de esa manera, y que no protestaría al leer más.
Entonces, leí más fantasía, y me decepcioné tristemente. No preví cuan a menudo los no humanos son solo agregos, o canciones morales andantes, o ambas, para los humanos de la historia. Entonces está el negocio de los animales telepáticos, quienes eran a menudo los dispositivos argumentales más transparentes de alguna manera imaginables. Y están los elfos que se desvanecen. ¿Ju, por qué carajos se están desvaneciendo? ¡Tolkien, al menos tenía una razón! Y los dragones, quiénes parecen amenazadores, pero solo hasta que los personajes principales se las arreglan para asesinar uno. Y los enanos, quienes son estereotipos, y los goblins, y otros chicos malos genéricos, quienes no consiguen atención a menos que estén luchando contra los humanos. Jiuk, demonios.
Quiero ver más novelas de fantasía contadas completamente desde dentro de una cultura no humana,[1] sin ningún contacto con los humanos, nada, nadita, nada de nada. O un contacto mínimo, sin que los humanos se conviertan en la razón para toda la historia.
Tolkien no es mi autor favorito, pero hizo algo con El Silmarillion que he leído una y otra vez, debido a que hay muy poco de ello ahí fuera. Él mismo reconoció que era bastante raro, debido a que demasiadas mitologías son antropocéntricas. Pero su mitología era elfocentrista, y aunque hay unos pocos participantes humanos importantes, se convierten en importantes al mezclar su sangre con las familias élficas, y aliándose con ellos, no haciéndose con su control. Los elfos hacen grandes cosas, y eso incluye crear cosas incluso más grandes, y más destrucción de la que los Hombres pueden concebir.
También adoro los Romances Khaavren, de Steven Brust, por la misma razón. Está ubicado entre los dragaerans, quienes parecen humanos, pero: a) generalmente miden dos metros con diez centímetros de altura, b) están en posesión de una mayor fuerza, aunque quizás menos rápidos, c) divididos en diecisiete Casas que determinan su genética y personalidad, d) viven en un Imperio que es por mucho más poderoso que el de los humanos al Este, e) psíquicos, y f) en posesión de un rango de vida de alrededor de 3000 años. Para hacer la ironía completa, insisten en que ellos son humanos, y los personajes que nosotros reconocemos como humanos son los “Orientales.” Y no pasan mucho tiempo preocupándose por lo que piensan los humanos. Es tan maravilloso.
Quiero más cuentos de las Hadas en su grandeza, de la tierra donde los enanos eran una potencia, de dragones que no piensan que vivir con los humanos es la cosa más importante en la agenda. Casi cada mundo de fantasía con estas razas tiene un tiempo cuando esas razas eran poderosas asechando en su pasado distante. Sería tan fácil, y tan genial, regresar y escribir por una vezsobre ellas. Y tampoco sin hacer trampas. Nada de historia cuyo foco actual está en el héroe humano valeroso quien libera a su pueblo de la dominación de esos, oh-tan-malvados y decadentes, no humanos. Déjanos ver como lucen las Hadas desde el interior.
3) Más fantasías infundidas con la pasión del autor.
La razón por la que resoné con el mundo de Tolkien tan bien es que lo creó para que las personas que hablan sus lenguajes tuvieran un lugar donde vivir. Y el lenguaje también es una pasión mía. Así que muchas pequeñas cosas sobre este mundo, detalles, preocupaciones, la poesía y el canto tienen sentido para mí, debido a que resulta que comparto la pasión del escritor.
No sé si resonaría tan fuertemente con un escritor de fantasía cuya pasión fuera la economía, la talla de madera, las ciencias de la computación. Pero amaría la oportunidad de averiguarlo.
Nota: Por esto, no me refiero a una fantasía donde el autor ha investigado. Eso es admirable, y a menudo es necesario incluso para autores que no creen que lo necesitan, así que aplaudo a las personas que salen del camino para agregarle detalles más realistas, digamos, a la cría de caballos o a la talla de joyas. Pero es no es lo mismo que una pasión que el escritor ama tanto que no puede imaginarse abandonándola, que devora sus horas despierto, que va a usar con el mundo de fantasía que está creando desde lo más grande a lo más pequeño. Quiero leer esa.
Y no, tampoco creo que la razón por la que tantos autores de fantasía no hacen esto es que su única pasión es escribir. Si fuera así, la fantasía tendría por mucho, mucho más personajes que son novelistas, poetas y escritores de historias cortas de los que tiene.
Wow, ¡transición limpia!
4) ¡Más pensamiento!
Dado que demasiadas novelas de fantasía tienen una temática de ciencia, casi siempre esperé que la fantasía, obedeciendo a la clásica división académica del trabajo, tuviera una temática relacionada con las humanidades. Pero no la tiene. Lo que tienen demasiadas de ellas es un abuso excesivo de un conjunto de dispositivos argumentales sobre el destino, coronas y artefactos mágicos un mundo pseudo-medieval o pseudo-céltico.
Esa es la razón por la que leo hasta el final tan pocos libros de fantasía medieval o céltica, como hacía antes. Ellos me hieren, en especial cuando la fantasía tiene el potencial de ser uno de los géneros más amplios, haciendo tantas cosas que pueden hacer y tantas cosas que no pueden.
La mayoría de los temas más comunes de la fantasía son, de una manera u otra, un plagio de Tolkien. (Si no me crees, regresa y lee las novelas de fantasía de quiénes publicaron antes de Tolkien, como Dunsany, Lovecraft y Cabell. Es, mmm, revelador). Y muchos de los escritores no tenían una pasión por el lenguaje igual a la de Tolkien, así que no podían usar los mismos temas con el mismo sentido brillante.
¡Gente, pongamos algo de variación aquí! Si los autores de fantasía realmente no quieren tocar la ciencia o la matemática –aunque para aquellos que lo hacen, vayan y escriban algunos libros como en el punto 5- todavía queda la historia, la psicología, la filosofía, el arte y muchas otras cosas con las que lidiar. Y cuando comienzas a separar las artes, en la pintura, la escultura, la literatura, los mosaicos, el canto y etcétera, nunca vas a conseguir suficiente tiempo para escribir una novela sobre cada una de ellas.
Este es el lugar donde la escritura se vuelve práctica, y donde el interés académico, como contrario a la ardiente pasión salvaje, puede producir buenos libros. He escuchado afirmar que la magia es la línea base de la fantasía de la misma manera en que la ciencia es la de la Ciencia Ficción. Demonios, ¿por qué? Puedes escribir un libro sin magia o casi sin ella y aun así se le puede llamar fantasía, mientras que es realmente difícil escribir un libro de ciencia ficción sin ningún tipo de ciencia y lograr lo mismo. (Demonios, quitar a la Ciencia Ficción de su escenario futuro puede provocar lo mismo; he escuchado algunas discusiones sobre si el ciclo Barroco de Neal Stephenson, el cual está ubicado en el pasado y se centra en el surgimiento de la ciencia moderna, entre otras cosas, es ciencia ficción o ficción histórica). La magia no es lo que define al género. Es solo una conveniente piedra angular.
He escuchado a algunas personas decir que si se usaran otros temas más que la magia, las coronas y el destino, la palabra “fantasía” se volvería carente de sentido. Ahora mismo no me voy a preocupar de eso hasta que el género se las arregle para salir de debajo de la sombra de Tolkien. Y si tal transformación completa puede ser lograda, entonces habrá un nuevo género que leer. Genial.
5) Quiero leer sobre la ciencia y la magia coexistiendo lado a lado.
“Hola, esta es tu amigable autora de fantasía del vecindario. Y este es tu amigable mundo de fantasía del vecindario de, ah, Genérica. Ahora, si miras a tu izquierda, entonces puedes ver las chimeneas de los hogares de los malvados científicos. Y, si miras a tu derecha, puedes ver a los dragones preparándose para atacar.”
¡Ya estoy aburrida!
En esas novelas de fantasía, no solo los elfos se están desvaneciendo. Todo se está desvaneciendo, generalmente debido a Esos Jodidos Humanos quiénes no saben cuándo dejar de construir tecnología. ¿Cómo se atreven a usar sus cerebros y ensamblar cosas fuera del mundo natural? ¡El mundo era mucho mejor en el tiempo que nunca existió donde todo el mundo comía frutas y nueces, hablaban en el mismo idioma, y vivían en una pacífica sociedad matriarcal que adoraba a la Madre Tierra!
La paz es más dura que la guerra. Es también menos melodramática y provee menores oportunidades para las personas que mueren en desastres sangrientos. Y quiero leer sobre ello.
Elimina la posibilidad de un conflicto abierto, y de repente un mundo con ambas, magia y ciencia en él es mucho más interesante. ¿Cómo interactúan? ¿Cómo las personas eligen usar una en ciertas situaciones? ¿Cómo avanza la teoría en ambas disciplinas? ¿Qué tipo de criaturas pueden deberles su existencia a ambas? ¿Cuán lejos pueden haber avanzado, y puedes llevarlos más lejos? (Mientras que he leído algunas novelas de “fantaciencia” que tenían dragones y elfos viviendo al lado de rascacielos y carreras de carros, aún tengo que ver una donde los unicornios y los ciborgs corran lado a lado. Parece haber una ley no escrita de que si las computadoras avanzan demasiado, entonces ya no puedes tener unicornios).
Esto también puede crear un género híbrido, o alejar al libro de la fantasía pura, o, jadeo, requiere que el autor aprenda algo sobre matemáticas y ciencia. Mi respuesta a esas “objeciones” en orden son: ¡Genial!, ¡Genial! y bueno, eso podría a ayudar a destruir el estereotipo de que las personas que leen y disfrutan la fantasía son solo adolescentes chiflados no lo suficientemente literatos como para leer ciencia ficción.
6) Universos causales.
No, no esos en los que los dioses se caen a bofetadas cuando están borrachos. Esos son casuales. Estoy hablando sobre causales, donde las cosas que suceden son las consecuencias y resultados de cosas que sucedieron antes de ellas, más que de la interferencia de los dioses para prevenir un desastre cada 1.3 segundos o 400 años.
Los universos causales son raros. Pienso que Kay y Martin han creado los suyos, pero no puedo pensar en ningún otro ejemplo. Hay un número de razones por las que quiero más de ellos:
- Los universos moralistas disminuyen la suspensión de la incredulidad y casi garantiza que las personas que siguen algún ideal predeterminado del “bien” ganarán. Eso es estúpido, así como también aburrido. ¿Por qué alguien escogería ser malvado en ese tipo de universo, conociendo como terminaría? Los villanos locos están gastados, y así el tipo de lógica que establece pomposamente que las personas estarán deseosas de vender sus almas al Demonio por pura envidia a las buenas personas y Dios.
- Se desharía de las coincidencias y el deus ex machina, la cual muy a menudo necesita ser evitado antes de que nazca.
- Se desharía del destino. Jaja, ¡adiosito!
- Podría presentar un mundo de fantasía en el cual ocurrió la evolución. No puedo pensar en uno. Y no es justo que la Ciencia Ficción sea el único género que juegue con esa idea. ¡Yo también quiero jugar!
- Podría forzar a algunos autores de fantasía a que aprendan crear un jodido argumento.
Ahí lo tienes.
7) Mundos de fantasía con enseñanzas presentadas a través de sus marcos globales de referencia.
Nota que no dije temáticas o mensajes, dije “enseñanzas.” Casi siempre hay una escena en una novela de fantasía, donde los personajes se detienen y se hablan sin parar los unos a los otros sobre psicología, o insisten en que un personaje aprenda cierta cosa, o donde el protagonista llega a una epifanía que sucede estar fraseada de la misma manera en que alguien podría llegar a un descubrimiento en una sesión con el psicoanalista.
Las odio.
El mayor desafío, maravilla y dificultad en construir un mundo de fantasía es crear un nuevo lugar. Por supuesto, hay todo tipo de influencias reptando sin ser notadas, y hay lugares donde el autor hará opciones deliberadas –por ejemplo, tener árboles en ese mundo. Pero influencias que se adentran en una manera muy moderna de pensar, con los personajes tocando conceptos que no podrían haber nacido debido a que ese mundo no tiene la historia filosófica adecuada para producirlos, eso necesita ser sacado a la vista.
Construye una filosofía propia del mundo. Entonces, una vez que la tienes, infúndela dentro de todo. Una novela de fantasía donde hay algunas “enseñanzas” sobre qué sucede cuando las personas intentan vivir en una sociedad utópica es absurdamente autoconsciente. ¿Vamos por ahí pensando todo el tiempo sobre cada pensamiento que tenemos, o sobre cada elemento de la sociedad en que vivimos? Por supuesto que no. Hay muchas cosas sobre las que nunca pensamos hasta que algo aleatorio lleva nuestra atención hacia ellas. Construye un mundo de fantasía que tenga su propio conjunto de estas.
Quiero aprender a pensar de maneras diferentes.
8) Fantasía académica.
Haré esta breve. Soy una académica, así que quiero novelas de fantasía académicas.
Dos ejemplos serán suficientes:
Jonathan Strange & Mr. Norrell no atrae a todo el mundo. Lo amo debido a que construye una historia académica de la magia. Hay discusiones sobre el folclore y la “ciencia” de la magia y sus practicantes, y que era realmente posible. Alcanza otros lugares en la cultura, incluso aunque podrías nos ser capaz de ver todo lo que toca. Muy agradable.
Por lo segundo, cuando un mundo de fantasía está lo suficientemente desarrollado como para producir un ensayo como este, con todas las referencias casuales a los poetas antiguos, poetas vivos, estilos de pintura, nacionalistas e interacciones entre personas reales y que respiran, entonces sabré que está completo.
De una manera, esta es una variante de las novelas de fantasía sobre la pasión y las novelas de fantasía con temáticas alternas. Pero las fantasías académicas son un ejemplo particularmente bueno de worldbuilding, debido (en el mejor caso) a que los académicos son curiosos, investigan y alcanzan muchas otras cosas, consciente o inconscientemente, debido a que sus bases de conocimiento tiran de todo. Un mundo de fantasía con suficiente cultura para soportar algo como eso ha logrado ser algo especial.
Esta es la manera en la que persevero con tantas ideas para historias, a propósito. Algo que no está allí, quiero que esté allí. Por eso rebusco de arriba a abajo los estantes en busca de libros como este. Y no encuentro suficientes de ellos, así que pienso que tengo que hacerlos.
Y sip, si todo el mundo siguiera estas prescripciones, la fantasía sería un género muy aburrido. Pero entonces alguien vendría y la cambiaría de nuevo, en algo más, y entonces cambiaría nuevamente en otra cosa. Y pienso que eso es maravilloso. Debido a que son cosas vivas que cambian.
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[1] Le encantaría leer Kharkanas de Steven Erikson, que está escrita completamente desde el punto de vista de distintas razas no humanas, y los humanos no aparecen en ningún momento. Pero bueno, ya sabemos que Limyaael odia Malaz.
Lim lo tiene bien claro, y coincido su visión de los universos causales, de la fantasía académica y de la magia y la ciencia coexistiendo. Más o menos sobre esas ideas he estado escribiendo esta novela (ya me falta muy poco para reescribir el final terminar la segunda revisión), también que todo se desarrolla en la misma ciudad aunque sí llegan personajes de otros lugares. Ahora que lo pienso, nunca he escrito una fantasía de viaje (excepto para un guión de RPG que comencé una vez y nunga llegué a terminar).
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La fantasía de viaje tiene sus ventajas, pero es cuando quieres manejar un conjunto de personajes mediano y bueno, eso es complicado de hacer y requiere práctica. Aunque una fantasía urbana (aquí me refiero a esta como una sin viaje), puede tener muuchos personajes.
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Wow, profe Lim, ¡hoy de verdad no estás de mala leche!
Quitando eso del medio, me acabo de dar cuenta de que muchas de las cosas que quiero escribir serían todo lo que Lim esperaría de sus fieles discipulos (como la historia aquella que te mencioné), pero aun no me veo haciendola, principalmente porque carezco de las habilidades para hacerlo. Necesito leer más y prácticar más antes de poder empezar a trabajar en mi pequeña cajita de arena. Eso y porque me estoy planteando crear un «Universo Literario» (por darle un nombre) en el que no hallan humanos (ojo, que estoy hablando de historias y libros distintos), no todo van a ser seres antropomorficos peludos, jaja. Es una meta que me queda grande, pero así mejor. ¡Los sueños han de ser grandes!
Por cierto, ¡gracias por la diatriba! Estas haciendo un buen trabajo (como siempre XD).
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De lo que hablas son sagas mundos y por lo general es la norma de muchos de los escritores de la nueva fantasía, se crean un mundo y se quedan allí, el Cosmere de Sanderson, Malaz, Mundodisco lo era, Midkemia de Raymond E. Feist. La idea es buena, yo tengo el mío, pero bueno, siempre recuerda que puedees experimentar y escribir otras cosas fuera de ellos.
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Eso es lo que planeo hacer al principio. Luego de ya asentarme y tener libertad para hacer lo que quiera (en la medida de lo posible de las editoriales cubanas), ya empezaré a trabajar en él de verdad. Para ese punto ya creo tener la habilidad que me faltaba. Mientras tanto, solo seguiré trabajando en el Worldbuilding y la historia de los personajes siguiendo a Lim, y a veces no, que Lim no es el Sol. Puede que en el futuro muchas de esas cosas cambien por un cambio de perspectiva o yo que sé, pero por ahora, eso es lo que haré.
Lamentablemente, aun no se me ocurre un nombre ideal para ese universo y lo llamo X como muchas otras cosas 😥
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No sé, es complejo eso de depender de las editoriales cubanas, pero dale un vistazo al artículo sobre como ser un escritor de fantasía en Cuba (que lo revisé y actualicé). Respecto al nombre, recuerda que vives en un planeta que se llama esta sucia cosa bajo nuestros pies.
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¿Crem XD?
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¿?
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Ya sabes, Crem (de Roshar). Es como barro que cae con las altas tormentas. Te hago la broma porque Tierra es casi lo mismo.
Jaja, supongo que se necesita ser un fanboy de Brandon para poder enteder el chiste a la primera.
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Ah, ya, es que no recuerdo mucho lo poco que leí de Archivo de las Tormentas.
Oh, bueno, el sanderismo por aquí abunda, pero en lo personal sus libros no me llaman demasiado la atención.
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