
La sexta entrevista de esta sección tuve el placer de que accediera a responderla la autora Sigrid Victoria Dueñas, autora de la noveleta de fantasía El inicio del cuento (una de las mejores historias de fantasía escritas en Cuba que he leído). Además de este libro publicó en el 2012 la noveleta Ciudad en Red (una historia ciberpunk que se desarrolla en una Habana futura durante un concurso relacionado con la obra martiana). Y qué, además, ha incursionado con éxito en la literatura infantil publicando varios libros.
1. Todos aprendemos el oficio de escritores de maneras diferentes, pero ¿cuál fue tu experiencia? ¿Fuiste a algún taller literario o autodidacta?
Empecé a escribir de niña, de forma autodidacta, pero sería injusto no adjudicarle el 75% de lo que soy al Taller Espiral, que después pasó a llamarse Convergencia. Llegué a ellos siendo muy inmadura como escritora, con 19 años, y aprendí el oficio de la mano de grandes escritores, como Anabel Enríquez y Michel Encinosa, y de ese genio de los talleres literarios que es Javier de la Torre. El talento de Javier para arreglar escritos ajenos es algo poco común: nunca te cambia una historia, siempre te da herramientas para contar mejor la historia que se te ha ocurrido. Más tarde, cursé el Taller Onelio, pero debo reconocer que esa experiencia simplemente reafirmó lo que ya me habían enseñado Javier y Anabel.
2. En el 2007 publicaste El inicio del cuento, una de las mejores noveletas de fantasía escritas en Cuba que he leído. En ella le das un giro muy interesante a la historia clásica del caballero, la princesa y el dragón. ¿Cómo surgió la idea de escribir tu propia versión de la historia? ¿Qué sentiste al tener el libro en tus manos?
Gracias por el elogio, tengo que reconocer que me sorprende la buena acogida que se le da a ese libro. No pensé que tendría tanto ángel cuando lo escribí. Ni siquiera me queda claro cómo surgió la historia, fue de esas cosas que llegan ya formadas. En cuanto a lo que sentí cuando lo vi publicado… fue una experiencia compleja. Hubo mucha descoordinación entre la editorial y yo, no estaba generalizado el uso del correo electrónico y se nos dificultaba comunicarnos. Así que no me enteré de que el libro estaba a la venta hasta que un amigo llegó con él a mi casa. Luego estuvo el choque de ver que habían repetido en la portada una de las ilustraciones interiores en lugar de la imagen adecuada. Parecía más una novela rosa que un libro de aventuras. Era mi segundo libro, y me llevé una decepción que ahora me resulta infantil. Con el tiempo y después de trabajar con varias editoriales, he llegado a apreciar el trabajo que hizo la Editorial Oriente. Es mi único libro editado en Cuba con todas las ilustraciones a color. Se reeditó en España, pero puedo decirte con sinceridad que amo más la versión cubana del libro y que le tengo mucho cariño al ejemplar que conservo.
3. De igual manera, en 2009 ganaste la Primera Mención del Premio Edad de Oro con tu libro Ciudad en Red, una historia ciberpunk centrada en una Habana futura y llena de elementos del pensamiento martiano, ¿cómo llegaste a esa idea? ¿Has pensado en escribir más historias ambientadas en ese mundo?
Ah, Ciudad en Red sí fue resultado de un esfuerzo consciente. La idea surgió muchos años antes de escribir el relato, con una investigación que hice sobre Martí para un trabajo de periodismo. Me fascinó descubrir lo mucho que ignoraba sobre la vida de ese hombre admirable. Quería transmitir esa fascinación a los niños, pero de una manera divertida, sin ese didactismo que siempre se adopta al hablar de Martí, dando apenas pistas y no información completa para despertar la curiosidad y el deseo de investigar. Ese deseo se unió a mi amor por los videojuegos y la intención de escribir algo al respecto para contrarrestar la mala fama de los mismos. Lo había planeado tanto que, cuando me senté a escribirlo, lo terminé en una semana. El concurso Edad de Oro me proporcionó el espacio ideal para el homenaje a esos tres amores míos: la obra de Martí, los videojuegos y la ciudad de La Habana. Tengo proyectado otro libro en ese universo, un conjunto de relatos para los personajes secundarios que no tuve tiempo de desarrollar en Ciudad en Red, y me gustaría repetir la fórmula para interesar a los lectores en otras figuras cubanas, como Capablanca, Tomás Romaig y Adela Azcuy. Estoy enamorada de la historia de mi país, es un amor que me transmitió mi familia, y creo firmemente en la necesidad de contagiar ese amor a los más jóvenes.
4. Ser un escritor del fantástico en Cuba es algo difícil, en especial con los prejuicios que predominan dentro de algunas editoriales. Sin embargo, ¿ser una autora del fantástico te ha hecho las cosas más difíciles?
Verás, yo escribo para niños y jóvenes. Dentro de la literatura para ese sector, el fantástico es bien aceptado. En general, yo me considero una autora con suerte. Sé de libros muy bien escritos que se han quedado engavetados en las editoriales sin que se les dé oportunidad de ver la luz. Conozco escritores muy talentosos, escritores que admiro y que considero me superan en mucho, que siguen siendo inéditos mientras que yo he tenido la fortuna de ver publicados seis de mis libros. No, no he tenido las cosas difíciles en ningún sentido, aunque he sido testigo de los prejuicios que mencionas y durante mucho tiempo me uní a la causa de combatirlos y de buscar que se abrieran espacios para la literatura fantástica en las publicaciones del país.
5. Si tuvieras que armar una lista con diez novelas de ciencia ficción y fantasía que siempre recomendarías leer, ¿cómo quedaría esa lista?
Uf. Qué difícil esa pregunta. Voy a intentarlo, pero creo que no bastan diez títulos.
Creo que empezaría con los del patio, porque la literatura fantástica y de CF escrita en Cuba tiene el doble mérito de la calidad y de la originalidad. No pueden faltar las novelas de Agustín de Rojas, así que déjame mencionarlas como una trilogía para ocupar sólo un título: Una Leyenda del Futuro; Espiral y El Año 200. Y si has leído a Agustín, tienes que leerte a su discípula, Anabel Enríquez, de la que en Cuba se publicó Nada que Declarar. Luego, si quieres leer buena fantasía, fantasía a nivel internacional que no tiene nada que envidiar a Úrsula K. Leguin ni a nadie, te recomiendo Sol Negro y su segunda parte, La Guerra sin Ti, de Michel Encinosa. De la literatura internacional, está Cordwainer Smith; con él es mejor mencionar al autor y escoger un libro al azar, todos están buenos. Cuerpodivino, de Theodore Sturgeon, sería mi quinta recomendación, pero que conste que no los estoy ordenando por relevancia ni mucho menos. Terramar y La Mano Izquierda de la Oscuridad, ambos de Úrsula K. Leguin, para mí resultan obligatorios. Y hay tres libros que, aunque son para niños, no dejo de recomendar a lector alguno sin importar su edad: La Historia Interminable, de Michael Ende; Ronja, la Hija del Bandolero, de Astrid Lindgren; y Narnia, de C. S. Lewis. Por supuesto, hay muchos más. Sólo en Cuba, tenemos autores como F. Mond y Óscar Hurtado, que le garantizan lecturas entrañables al más renuente de los lectores. Esos que te he mencionado antes son, para mí, la garantía de que quien los pruebe va a querer más del género.
6. Y para finalizar, ¿en qué proyecto literario trabajas ahora?
La mayor parte de las cosas que tengo en proyecto son novelas, tanto para niños como para adolescentes. Son mucho más extensas de lo que permite la política editorial en Cuba, pero me estoy dando el gusto de escribirlas sin pensar en lo que será de ellas en un futuro. En mi opinión, los escritores cobramos una nueva conciencia desde el momento en que somos publicados por primera vez: tiendes a escribir con mayor responsabilidad porque sabes que lo que estás escribiendo puede llegar a manos de otros. Así que me he tomado unas vacaciones de esa responsabilidad y, por el momento, estoy escribiendo sólo para mi consumo. El tiempo dirá si algo de esto llega a ver la luz.
Entrevista respondida el 12 de agosto de 2020
También de esta autora he publicado en el blog su noveleta:
¿Deseas leer más entrevistas de autores nacionales de fantasía y ciencia ficción?
Con lo difícil que es el mundo editorial en cuba para los escritores de ficción especulativa, declaro a cada uno de ellos mi héroe personal. ¿Qué señores oscuros o malvados imperios intergalácticos? Imprimir un libro es una travesía más compleja que salvar a el mundo.
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De acuerdo contigo, aquí incluso escribiendo bien y ser medio conocido no garantiza ni ayuda demasiado a la hora de publicar un libro del fantástico, no se diga aspirar a una saga o trilogía.
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